Una nueva teoría explica la procedencia de la señal extraterrestre “¡Wow!”

Imagen de la captación de la señal de radio ‘Wow!’, que podría tener un origen extraterrestre. WIKIPEDIA

 

El 15 de agosto de 1977 a las 23:16, el radiotelescopio Big Ear, en Ohio (EE UU), recibió una señal de radio de origen desconocido durante exactamente 72 segundos y alcanzando una intensidad 30 veces superior al ruido de fondo.

Por 20minutos.es





Unos días después, el joven profesor de la Universidad Estatal de Ohio Jerry R. Ehman, revisó los registros del ordenador y descubrió la señal, la más anómala y más intensa que se hubiera detectado hasta entonces por un radiotelescopio.

La señal fue conocida como Wow! debido a la anotación que Jerry Ehman hizo en el papel continuo, denotando su sorpresa y emoción. Ahora, una teoría dice conocer la procedencia de esta señal.

“¡La señal Wow! se considera la mejor señal de radio candidata a SETI que hemos captado con nuestros telescopios”, dice el astrónomo Alberto Caballero LiveScience.com. SETI, o la búsqueda de inteligencia extraterrestre, es un campo que ha estado escuchando posibles mensajes de seres tecnológicos de otro mundo desde mediados del siglo XX, según la NASA.

Desde entonces, los investigadores han buscado repetidamente seguimientos que se originen en el mismo lugar, pero han resultado vacíos, según un historial de la Sociedad Astronómica Estadounidense.

“Lo más probable es que la señal provenga de algún tipo de evento natural y no de extraterrestres”, dijo Caballero, aunque los astrónomos han descartado algunos orígenes posibles, como un cometa que pasaba en ese momento.

Buscando candidatas

Sabiendo que los dos receptores del telescopio Big Ear estaban apuntando en la dirección de la constelación de Sagitario en la noche del Wow!, Caballero decidió buscar en un catálogo de estrellas del satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea para buscar posibles candidatas.

“Encontré específicamente una estrella similar al Sol”, dijo, un objeto designado como 2MASS 19281982-2640123 a unos 1.800 años luz de distancia que tiene una temperatura, un diámetro y una luminosidad casi idénticos a los de nuestra compañera estelar. Este hallazgo ha sido publicado en la revista International Journal of Astrobiology.

Si bien los organismos vivos pueden existir en una amplia variedad de entornos alrededor de estrellas muy diferentes a la nuestra, eligió centrarse en estrellas similares al Sol porque “estamos buscando vida tal como la conocemos”. Dados sus resultados, cree que “podría ser una buena idea buscar la estrella en busca de planetas habitables e incluso civilizaciones”.

“Creo que vale la pena hacerlo porque queremos apuntar nuestros instrumentos en la dirección de las cosas que creemos que son interesantes”, añadió Rebecca Charbonneau, historiadora que estudia SETI en el Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, y que no participó en el estudio publicado por Caballero. Hay miles de millones de estrellas en la galaxia, y tenemos que encontrar alguna forma de reducirlas“, agregó.

“No creo que sea una coincidencia que el punto en la historia humana en el que comenzamos a poner señales inteligentes en el espacio sea también el mismo punto en la historia en el que tenemos la idea de buscar señales inteligentes desde el espacio”, concluyó Charbonneau.