Will Smith y Jada Pinkett Smith: qué aprender de una pareja de ensueño que al final es tan imperfecta y humana

Will Smith y Jada Pinkett Smith: qué aprender de una pareja de ensueño que al final es tan imperfecta y humana

Will Smith y Jada Pinkett Smith llevan 24 años de casados y mantienen un matrimonio abierto

 

Qué precio pagamos por mostrarnos demasiado y demasiado idílicos, adonde conviene poner el esfuerzo, cómo no convertirnos en padres de nuestras parejas… ni en buenos hijos.

Las parejas del show business internacional son referencias para cientos de millones de personas. Para bien o mal. Sus dificultades, conflictos, inquietudes, pasiones y metas suelen resonar con lo que le sucede a cientos de miles de parejas y personas solteras. Esto en sí es un fenómeno de identificación por el cual podemos identificarnos con las problemáticas y anhelos de ellas, y de alguna manera sentirnos acompañados, contenidos y más tranquilos al saber que estas parejas de celebridades también son humanas y les puede suceder lo que a todos nos pasa diariamente.





Por Infobae

Por ello tomemos el caso de uno de los matrimonios mas famosos, exitosos y queridos en el mundo. Me refiero al de los actores Will Smith y Jada Pinkett Smith, ambos exitosos y carismáticos. Smith y Pinkett llevan casados unos 23 años, con 2 hijos en común que al día de hoy son estrellas famosas con peso propio en la industria del entretenimiento. Esta pareja estaba considerada una de las mas estables en el mundo del espectáculo… hasta ahora , y para ser mas exactos, hasta cuando Will propinó la famosa bofetada al actor y presentador de los Oscars, Chris Rock. Ahí fue cuando comenzaron a ventilarse ciertos trapos sucios de la pareja, la cual parece, según diversos medios especializados, estar pasando por un mal momento en el cual es bastante probable que haya una separación definitiva.

¿Qué podemos aprender de este matrimonio que ha sabido ganarse el corazón de cientos de millones de personas en todo el mundo? El presente artículo pretende analizar, desde una actitud humilde, reflexiva y empática, ciertos aspectos que una pareja mediática manifiesta a los ojos del mundo, sin interés de pontificar desde una supuesta postura psicológica sino traer a la conciencia de los lectores lecciones simples que podemos extraer para poder incorporar a nuestra vida personal y de pareja.

La cachetada. Will Smith golpea a Chris Rock durante la entrega delos premios Oscar, en marzo. (Foto REUTERS/Brian Snyder/File Photo)

 

Poder contemplar la realidad nos ayuda a ser mas realistas con nosotros mismos y nuestros vínculos amorosos. No existe el ideal en el amor. Aun cuando nos lo vendan de manera tan atrayente. Todos estamos en el mismo barco y precisamos remar y construir a diario las bases para un buen amor de pareja. Poder bajar a la tierra las expectativas e ideales que solemos hacernos del amor y de los demás nos ayuda significativamente a enraizarnos en la realidad, lo cual es un paso madurativo esencial para generar relaciones afectivas adultas y equilibradas.

A continuación veremos las 5 lecciones que podemos aprender de este matrimonio tan glamoroso que al fin al cabo es tan humano e imperfecto como el de cualquiera de nosotros:

1) Todo lo que brilla en el mundo del espectáculo suele ser de oro falso

Muchas veces quedamos deslumbrados con el glamour de ciertas parejas conformadas por personas exitosas, atractivas y agradables. Una parte de nosotros anhelaría poder experimentar lo que ellos se encargan de comunicar y mostrar al mundo. Sin embargo, en el caso de muchas parejas del espectáculo internacional y local, podemos constatar que lo que comenzó como una mega celebración de casamiento y exposición deslumbrante acababa terminando en separaciones escandalosas y conflictivas.

El vínculo de una pareja requiere de esfuerzo e intimidad para florecer. Cuando una pareja dedica una parte significativa de su energía a mostrar al mundo cuan exitosos son y cómo funcionan en su intimidad a fin de ser admirados o tener mas likes en Instagram, esto puede acarrear severas consecuencias.

Es preferible destinar gran parte de nuestra energía a construir un amor saludable, adulto y cuidado.
Cuando solo mostramos una imagen idílica luego debemos sostenerla, tanto para nosotros como para el resto, en este caso, decenas de millones de personas que abrigan expectativas que este matrimonio sea tan “dorado y brillante” como el oro que muestran diariamente. Esto genera una presión que a mediano plazo puede ser insostenible para una pareja. Como en este caso, que a partir del evento de los Oscars, comienzan a manifestar el estrés de haber estado expuestos tanto tiempo ante el ojo de los medios.

Conclusión: Si bien puede ser atrayente que los demás nos admiren por algo, es preferible destinar gran parte de nuestra energía a construir un amor saludable, adulto y cuidado.

2) Exponer nuestra intimidad las 24 horas puede perjudicar a una pareja

Lamentablemente, los tiempos actuales parecen estar regidos por la lógica exitista de las redes sociales que por un lado permiten la visibilización de nuestra vida pero por el otro nos vuelven adictos a mostrarnos.

En el caso de esta pareja tan famosa, pasan muchas horas de su vida mostrando sus intimidades sexuales, acuerdos, desacuerdos y dinámica familiar. De hecho la familia de Will Smith esta compuesta por dos hijos en común con Jada, ambas estrellas por peso propio que constantemente están en el ojo de los medios. El primer hijo, que Will ha tenido en su primer matrimonio, evidencia un perfil bajo.

Una familia cuyos integrantes están constantemente mostrándose ante la mirada ajena, difícilmente puedan lograr espacios de intimidad para conocerse, preservarse y construir un espacio común. Por ejemplo Jada con su show famoso, Red Table, por Facebook, que suele conducir en compañía de su madre y de su hija, suele ventilar intimidades de pareja ante millones de personas.

Will Smith y Jada Pinkett, 24 años juntos

 

También ha sido memorable aquella vez que Jada estuvo filmando a Will Smith en el hogar que ambos comparten, queriendo sonsacarle una afirmación íntima para luego poder reproducirla en su famoso show. Algo que por cierto en aquel momento había caído muy mal al actor quién le pidió firmemente que dejase de filmarlo sin su consentimiento.

Si una pareja, una familia, destina tanto tiempo en compartir lo que les sucede ante los demás, ¿qué clase de energía dejan para estar entre ellos sin la presencia de las cámaras y redes sociales? ¿Qué les sucede en su intimidad cuando no están mostrándose ante millones de personas?

Uno de los peligros que entraña tanta exposición mediática es creer que la vida real es una simulación ante los demás, que deben entretenerlos a fin de mantenerse admirados y queridos, o bien que sus shows, películas y productos sean consumidos por otros.

Como terapeuta de parejas he atendido muchas parejas que tenían conflictos debido al uso excesivo de redes sociales donde uno o ambos intentaban mostrarse permanentemente o bien querían despertar interés en otros, compartiendo sus intimidades. Esto claramente perjudica a una pareja ya que le resta intimidad y la deja expuesta a opiniones de terceros, que opinan como si fuesen sus padres o hermanos entrometidos, generando mucho ruido en el espacio privado que requiere el amor.

Conclusión: Exponer tu intimidad amorosa en programas y redes sociales, a veces puede equivaler a traer muchas personas mientras estás intentando dialogar con tu pareja. El resultado es ruido en la comunicación que impide que la pareja profundice y resguarde su privacidad, lo cual puede arruinarla como sucede con muchísimas parejas mediáticas.

3) Nadie te obliga a casarte

Recientemente y luego del evento donde Will Smith fue expulsado de la academia, su esposa salió a declarar que en su momento ella no se casó por voluntad propia sino que su madre la había forzado a hacerlo. Por cierto, estas declaraciones han sido inadecuadas y parecen evidenciar una falta de empatía y conexión emocional con la situación que está atravesando su marido.

Cabe comprender que muchas personas cuando acuden a la consulta psicológica debido a sus conflictos e insatisfacciones amorosas suelen victimizarse creyéndose que no son responsables de sus elecciones. He conocido casos de personas casadas por muchos años y completamente insatisfechas que todavía no terminaban de asumir que ellas mismas habían escogido involucrarse y continuar dentro de esas relaciones.

A la larga, podemos decidir si seguimos o no dentro de un vínculo de pareja.
La realidad es que todos somos responsables de nuestras elecciones amorosas en cada momento de nuestra vida. Podemos alegar que nos hemos casado por presión, mandato social –familiar o interés económico, pero a la larga, podemos decidir si seguimos o no dentro de un vínculo de pareja. Por ende, ventilar en programas de televisión que te has casado por presión es un pésimo mensaje para el mundo y para tu propio vínculo de pareja.

Conclusión: Creernos que somos víctimas en el amor, es una creencia falsa y distorsionada que nos lleva a aguantar y acumular frustraciones innecesarias por años. En cada momento podemos revisar si estamos a gusto, y decidir que haremos al respecto. Esto en si es el antídoto para evitar permanecer en una relación que ya no nos aporta nada interesante.

4) El egocentrismo desmesurado puede destruir una relación de pareja

Es bien sabido por los medios el enorme esfuerzo que Will Smith ha desplegado para preparar la celebración del cumpleaños numero 40 de su esposa. Para esa ocasión el actor había contratado documentalistas y estrellas que harían que esa fiesta fuera un evento épico digno de recordarse. Sin embargo Jada había dicho previamente que deseaba una celebración íntima. Algo que el actor no escuchó, lo cual desencadenó un gran enojo por parte de ella, quien también se encargó de mostrarlo ante millones de personas en su show mediático de Facebook como un gesto de egocentrismo por parte de Will Smith.

Ante esto podríamos preguntarnos: ¿Quién es aquí la persona egocéntrica y poco considerada? Porque si bien Will Smith cometió el error de organizar un evento sin chequear previamente con su esposa, su gesto no deja de ser amoroso. Su esposa no solo no le agradeció por ello sino que manifestó que aquello había sido un acto de egocentrismo por parte de su esposo…

Si en la pareja existe un ego desproporcionado es difícil reconocer las cualidades en el otro.
Practicar el agradecimiento con nuestra pareja es muy importante ya que contribuye a generar un clima emocional donde nos sentimos queridos y respetados. Si en la pareja existe un ego desproporcionado es difícil reconocer las cualidades en el otro. Mas bien estoy pendiente de mis necesidades y de lo que quiero lograr a fin que me reconozcan. Por lo tanto, me pierdo de conectarme realmente con el otro.

En este caso hubo un actor planificando un evento durante tres años sin consultar a la homenajeada, ya que estaba embebido en su propio deseo de lograr un evento maravilloso para ser admirado; y también una mujer que en vez de agradecer y apreciar el gesto de su marido, se enojó como una criatura caprichosa y lo expuso en su show.

Conclusión: Si tu marido invierte años en organizarte una fiesta sin tu consentimiento, lo mínimo es apreciar y agradecerle el gesto para luego darle un feedback adecuado. No hacer esto es una actitud ingrata que erosiona el amor en una pareja. Por otra parte si quieres agasajar a alguien, ten como mínimo la delicadeza de consultar y escuchar a la persona, en vez de encerrarte en tus propias ideas.

5) Intentar complacer a mi pareja todo el tiempo es un mal negocio

Es muy interesante poder ver el documental-serie Best Shape of my life de Will Smith, filmado en plena pandemia. Allí se abre por primera vez al público para compartir su infancia dolorosa y cómo esto ha influido en sus conductas y actitudes ante el mundo.

Will expresa que cuando era niño le tocó ver situaciones de extrema violencia, en las cuales su padre propinaba golpizas a su madre y él actuaba como una suerte de conciliador para intentar pacificar esa tensión y que no llegase a extremos. En esta serie, que es verdaderamente impactante y muy aleccionadora en cuanto a la valentía de compartir la vulnerabilidad, Will Smith confiesa que desde niño ha asumido el rol de entretener y querer complacer a los demás como una forma de supervivencia.

Will Smith. Una infancia difícil. (Foto archivo)

 

Cuando miramos su historial en relación a su matrimonio y, sobre todo, su reciente conducta durante los Oscars, podemos inferir que también ahí operó su mecanismo de niño bueno queriendo complacer a los demás, en este caso a su esposa, quien parecía molesta y ofendida con el chiste ácido del presentador.

Este patrón de niño o niña buena que intenta agradar permanentemente al otro, suele resultar harto común en las parejas. Como terapeuta suelo encontrarme con muchos casos en los que uno de los integrantes de la pareja puede adoptar el rol de padre o madre que intenta complacer los deseos y caprichos del otro, contribuyendo a conformar un vinculo asimétrico y desparejo. Cuando esta dinámica se consolida, puede generarse resentimiento y malestar ya que la sensación íntima es que si no adoptamos una conducta complaciente con el otro, nos sentiremos faltos de valor. Por ende intentamos compensar esto volviéndonos niños buenos adultos, tal como vemos que sucede con Will y su esposa.

No soy vidente pero estimo que esta pareja probablemente se separe si es que no hacen un replanteo profundo de su vínculo.

Conclusión: Si buscamos conformar una relación de pareja que sea “pareja”, no es buen negocio posicionarnos en el rol de papá o mamá del otro. Si quieres ser mamá o papá, por favor concéntrate en tus hijos, sobrinos o procura hacer una acción de bien con algún niño (si no tienes hijos) y a tu pareja trátala como un adulto.

En definitiva

Como mencionaba al inicio, todas las parejas debemos lidiar con estas cuestiones mencionadas. Uno de los pasos que nos pueden llevar a una mayor madurez emocional en el amor, es dejar de idealizar a otras parejas y comenzar a verlas desde una mirada realista humana.

Will Smith y Jada no son seres encumbrados; son tan solo meros mortales con sus defectos y cualidades, sus luces y sombras, tal como lo somos nosotros. Su exposición mediática nos permite aprender de ellos para identificarnos con sus dificultades y también crecer. Poder aprender de las experiencias amorosas de otros es un de los principios fundamentales de la inteligencia emocional en el amor.