Quién fue Gilberto Rodríguez Orejuela, “el ajedrecista” del cartel de Cali

Quién fue Gilberto Rodríguez Orejuela, “el ajedrecista” del cartel de Cali

Gilberto Rodríguez Orejuela fue un narcotraficante colombiano conocido en la década de los 80 y 90 por liderar al poderoso cartel de Cali, la organización criminal que en su momento llegó a controlar el 80 por ciento de los envíos de cocaína a los Estados Unidos.

Por eltiempo.com





Nacido en Mariquita, Tolima, el 30 de enero de 1939, estuvo rodeado de sospechas y acusaciones durante su época de empresario exitoso hasta que en 1995 cayó capturado, para ser liberado en el 2002, pero recapturado a los pocos meses y luego extraditado a los Estados Unidos en el 2004  donde finalmente falleció luego de padecer una larga enfermedad. Incluso había pedido a la justicia de ese país en años recientes una licencia para ‘morir en Colombia’. 

La DEA lo vinculó desde 1976 con actividades de narcotráfico luego de confiscar 290 kilos de pasta de coca que salía de Perú a Colombia y que, según esa agencia, hacía parte de una operación financiada por Rodríguez Orejuela, junto a su hermano Miguel.

En septiembre de 1978 se descubrió una red de distribución de cocaína en Queens, en Nueva York, que según los informantes era controlada por Rodríguez Orejuela y a través de al cuál se importaron varias toneladas de drogas a ese país.

En su fachada Gilberto Rodríguez Orejuela contaba con varios negocios legales como cadenas de droguerías, emisoras radiales, inversiones en equipos de fútbol y hasta en la industria automotríz, todos ellos terminaron con serias implicaciones legales por su relación con la exportación de drogas.

Los Rodríguez Orejuela fundaron el cartel de Cali junto a José Santacruz y luego con la unión de Hélmer Herrera, con quienes crearon una estructura de producción y envío de drogas hacia Centroamérica y los Estados Unidos

La guerra con Pablo Escobar 

A finales de los años 80 la buena relación que había sostenido con el cartel de Medellín, comandado por Pablo Escobar se resquebrajó y terminó en una cruenta guerra entre ambas organizaciones criminales, con atentados con carro bomba, como el del edificio Mónaco que ordenó Helmer Herrera, socio de Gilberto Rodríguez, quien a su vez fue declarado como objetivo militar por Escobar.

La pelea se dio por la manera cómo Escobar quería enfrentar la guerra contra el Gobierno por la extradición y las decisiones que tomaba de asesinar a altos dignatarios del Estado para generar terror frente a la posibilidad de enviar presos colombianos a los Estados Unidos.

Los días finales de Gilberto Rodríguez Orejuela transcurrieron en una cárcel de Carolina del Norte en Estados Unidos, donde finalmente falleció esperando un traslado humanitario a Colombia para morir en su país.