Revelan que los elefantes asiáticos tienen rituales de duelo ante la muerte de un compañero

Revelan que los elefantes asiáticos tienen rituales de duelo ante la muerte de un compañero

Lograron hallar imágenes de elefantes asiáticos con reacciones que incluían tocar y hacer guardia, así como empujones, patadas y sacudidas

 

En 2013, biólogos de India observaron una suerte de ritual extraño de los elefantes salvajes asiáticos luego de la muerte de algún miembro de la manada. Se trata de animales difíciles de observar en la naturaleza y por eso, aunque los científicos sintieron curiosidad y comenzaron a investigar, la conclusión a la que llegaron es más reciente y debieron utilizar métodos poco tradicionales para la investigación científica: pudieron demostrar que la especie lleva adelante acciones de duelo a través de la búsqueda de videos subidos a Internet.

Por Infobae





Ese año, la bióloga Sanjeeta Pokharel fue testigo por primera vez de elefantes asiáticos respondiendo a la muerte. Una elefanta mayor en un parque indio había muerto a causa de una infección. Una hembra más joven caminaba en círculos alrededor del cadáver. Las pilas de estiércol fresco insinuaron que otros elefantes habían visitado el cuerpo yacente en forma reciente.

“Ahí fue cuando sentimos curiosidad”, dijo la doctora Pokharel, bióloga del Instituto Smithsonian de Biología de la Conservación. Junto con Nachiketha Sharma, también bióloga de vida silvestre, pero de la Universidad de Kyoto, en Japón, decidieron conocer más sobre esa extraña reacción. Pero es raro vislumbrar un momento así en persona, ya que los elefantes asiáticos son esquivos y habitan zonas espesas de bosque.

Por eso las especialistas fueron recolectando videos tomados espontáneamente por distintas personas, lo que los ayudó en su investigación. Recientemente publicaron un artículo en la revista Royal Society Open Science, en el que revelan que utilizaron YouTube para recopilar videos de elefantes asiáticos respondiendo a la muerte. En esa fuente poco usual para la ciencia, lograron hallar imágenes con reacciones que incluían tocar y hacer guardia, así como empujones, patadas y sacudidas. En unos pocos casos, las hembras incluso habían usado sus trompas para transportar elefantes bebés, que habían muerto.

Pokharel y Shama integran un campo en crecimiento llamado tanatología comparativa: el estudio de cómo los diferentes animales reaccionan ante la muerte. Se ha descubierto que los elefantes africanos visitan y tocan repetidamente los cadáveres. Sobre los elefantes asiáticos, la doctora Pokharel dijo: “Había historias al respecto, había documentación en los periódicos, pero no había documentación científica”. Buscando en YouTube, las investigadoras lograron encontrar 24 casos diferentes que les sirvió para su estudio. Raman Sukumar, un reconocido ecologista del Instituto Indio de Ciencias, coautor del trabajo, proporcionó videos de un caso adicional.

Las reacciones más comunes incluyeron olfatear y tocar. Por ejemplo, muchos elefantes tocaron la cara o las orejas de un cadáver con la trompa. Dos elefantes jóvenes usaron sus patas para sacudir a un difunto. En tres casos, las madres patearon repetidamente a sus pequeños hijos moribundos o ya muertos.

Los elefantes asiáticos también se comunican con el tacto mientras, dijo Pokharel. Pueden dormir uno contra el otro u ofrecer toques tranquilizadores en el tronco. Los elefantes más jóvenes a menudo se ven caminando con las trompas juntas, dijo. Otro rito habitual era hacer ruido en torno de los cuerpos. Se los ve en los videos trompeteando, rugiendo o retumbando. A menudo, los elefantes mantenían una especie de vigilia sobre un cadáver, es decir, permanecían cerca, ocasionalmente dormían cerca y, a veces, intentaban ahuyentar a los humanos que querían investigar. Varios quisieron levantar o arrastrar de sus compañeros caídos.

Luego hubo un comportamiento que “fue bastante sorprendente para nosotros”, dijo Pokharel: en cinco casos, las hembras adultas, presumiblemente madres, cargaron los cuerpos de las crías que habían muerto.

Los rituales de duelos han sido observados anteriormente en otras especies, Por ejemplo, se han detectado a madres simios alzando a sus bebés muertos. Acciones similares fueron vistas en delfines y ballenas que, en ocasiones, cargan en sus espaldas o empujan a sus crías muertas hacia la superficie del agua como si estuviesen instándolas a respirar, según interpretaron científicos de varias universidades que publicaron una investigación en 2018.

Phyllis Lee, investigadora de elefantes de la Universidad de Stirling, en Escocia, aseguró haber visto a una madre elefante africana cargar a su cría muerta durante todo un día, con el cadáver sobre sus colmillos. A los ojos humanos, estos animales pueden parecerse a padres desconsolados que no están listos para dejar ir a sus crías. Si bien es cautelosa al interpretar las acciones de los animales, Pokharel dijo que “cargar no es un comportamiento habitual” en los elefantes, ya que las crías suelen seguir a la manada con sus propios pies. “Ese porte en sí mismo puede indicar que están conscientes de que algo anda mal con la cría”, dijo.

Comprender más acerca de cómo los elefantes ven la muerte podría “darnos una idea de sus habilidades cognitivas altamente complejas”, advirtió Pokharel. Más urgentemente, espera que también ayude a proteger mejor a los elefantes que aún están vivos, especialmente a los elefantes asiáticos que están en conflicto frecuente con los humanos.

“Siempre hablamos de la pérdida de hábitat, hablamos de todas estas cosas, pero no estamos hablando de lo que los animales están pasando psicológicamente”. La doctora Lee calificó los avistamientos a los que se hace referencia en el nuevo artículo como “maravillosos y confirmatorios”, dijo The New York Times.

“Estas observaciones raras y extremadamente importantes de la historia natural sugieren que los elefantes tienen conciencia de la pérdida” que significa la muerte, reflexionó la doctora Lee.

Los científicos aún no saben hasta qué punto los elefantes captan el concepto de muerte, en lugar de solo la ausencia de un miembro de la manada cuya trompa solía estar al alcance de la mano. Pero eso no hace que los animales sean tan diferentes de nosotros, considero la especialista de la universidad escocesa. “Incluso para nosotros los humanos, nuestra experiencia principal probablemente también sea la pérdida”, remarcó.