Islas Kuriles: el otro frente con el que Putin quiere desestabilizar sigilosamente a Occidente

Islas Kuriles: el otro frente con el que Putin quiere desestabilizar sigilosamente a Occidente

Un guardia fronterizo ruso apunta a bordo de una lancha patrullera frente a la isla de Tanfilyeva, parte de las Islas Kuriles – Reuters

 

Rusia agita las aguas del Pacífico y las maniobras que está llevando a cabo conjuntamente con China han encendido las alarmas de los más atentos. Es una llamada de atención y viene a poner sobre la mesa que los peores temores de Japón no eran infundados. Las autoridades niponas han acusado a Rusia de «ocupar ilegalmente» las islas Kuriles. Hecho que señala en su Libro Azul diplomático, que es un informe que recoge la voz del gobierno japonés sobre lo que sucede en el mundo. Putin en respuesta ha aumentado la presencia militar en la zona, reseña el diario español ABC.es





Movimiento de fronteras

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A Occidente las islas Kuriles pueden no sonarles de nada, pero alrededor de ellas se mueven intereses clave. Las Kuriles son una cadena de islas que se sitúan entre la península rusa de Kamchatka, al norte, y la isla nipona de Hokkaido, al sur, separando el mar de Ojotsk del Pacífico.

Concretamente las cuatro islas que reclama Japón son: Kunashir, Shikotan, Iturup y Habomal. Y se refieren a ellas no con la denominación rusa de Kuriles, sino como Territorios del Norte.

José Luis Fiori decía: “Quien tiene el poder mundial no es quien controla directamente el ‘corazón del mundo’, es quien es capaz de cercarlo», algo que Estados Unidos había conseguido, pero ahora Rusia y China están alterando el statu quo de la zona
Como explica Federico Aznar, analista del IEEE, «el conjunto del mar de China se encuentra constreñido por un perímetro que se conoce como ‘primera cadena de islas’ que arranca de las Kuriles, y está constituido por un conjunto islas, arrecifes e islotes de distinta pertenencia (China, EE. UU., Rusia, Japón) que actúan a modo de muro de contención marítimo frente a los intereses de un solo país. Es la llamada estrategia de la ‘cadena de islas’, un programa iniciado durante la Guerra Fría que es un cerco geopolítico”.

Por ejemplo, para superar este espacio es imprescindible que China o Rusia puedan diversificar sus rutas marítimas, y es precisamente lo que ahora están haciendo ambas. Como decía el experto José Luis Fiori: «quien tiene el poder mundial no es quien controla directamente el ‘corazón del mundo’, es quien es capaz de cercarlo, como los Estados Unidos hizo y sigue haciendo».

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