El Gobierno de los talibanes ordenó este miércoles poner todos sus recursos a disposición para atender a las víctimas y las familias del millar de muertos en el terremoto de 5,9 grados registrado anoche en el este de Afganistán, la peor catástrofe registrada en el país asiático en décadas.
El máximo líder de los talibanes, el mulá Hibatullah Akhundzada, instruyó “al Ministerio de Gestión de Desastres, los funcionarios pertinentes, gobernadores provinciales y el pueblo afgano a utilizar todos sus recursos para llegar a las familias de las víctimas, sacar a los muertos, y llevar heridos al hospital”, indicó el Gobierno en un comunicado.
El liderazgo del autodenominado Emirato Islámico además hizo “un llamado a la comunidad internacional y a las organizaciones humanitarias para que ayuden a las familias de las víctimas en este gran desastre y brinden la mayor asistencia posible”, añade el texto.
El último balance oficial de víctimas contabilizó 920 muertos y 610 heridos por el terremoto que afectó sobre todo a dos provincias del este de Afganistán, en la frontera con Pakistán.
El seísmo se registró anoche a unos 46 kilómetros de Khost, capital de la provincia homónima, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que informó también de una réplica de 4,5 grados.
El número de afectados y los daños causados es todavía preliminar en tanto los equipos de rescate todavía intentan llegar a las zonas más remotas afectadas por el terremoto.
El Gobierno afgano comenzó una evaluación para calcular las pérdidas y las necesidades totales tras la catástrofe, al tiempo que aprobó un millón de dólares para las familias de las víctimas que necesitan ayuda urgente, indicó el despacho del primer ministro del Gobierno islamista, el mulá Hassan Akhund.
Afganistán suele sufrir terremotos que dejan decenas de víctimas, especialmente en la zona conocida como Hindu Kush, de gran actividad sísmica y habitual punto de origen de movimientos telúricos en la región.
Algunas de las mayores catástrofes en Afganistán provocadas por terremotos ocurrieron en 1998 en el norte del país, cuando en febrero dos terremotos de 5,9 y 6 grados causaron la muerte de unas 4.000 personas. Pocos meses después, a finales de mayo, un seísmo de 7 grados agitó también el norte afgano, dejando unos 5.000 muertos.
EFE