La lamentable historia de Mia Wikinson, la niña que enfermó con una simple gripe y terminó perdiendo sus extremidades

La lamentable historia de Mia Wikinson, la niña que enfermó con una simple gripe y terminó perdiendo sus extremidades

Una sepsis llevó a Amy a perder ambas piernas por debajo de las rodillas y los brazos por debajo de los codos – Foto: Tertius Pickard

 

 

 





La familia de Mia Wikinson nunca olvidará el calvario vivido cuando la pequeña pasó en unos días de ser una niña saludable a una sumamente enferma, hasta el punto de llegar a perder ambas piernas por debajo de las rodillas y los brazos por debajo de los codos, tal y como informan desde el New York Post. Todo comenzó con lo que parecía una gripe común. Amy, madre de Mia, relató que lo vivido desde el momento en el que les dieron el primer diagnóstico fue una auténtica pesadilla: «Pensamos, ‘bueno, es solo una gripe, esto es como tener un resfriado común’. Nunca nos imaginamos que podría acabar en semejante tragedia», relató al portal News de Australia.

Por ABC

Los padres de la menor reconocieron que cuando su hija contrajo la gripe no se encontraba vacunada, lo que produjo que su cuadro terminase en sepsis.

Los primeros síntomas aparecieron un viernes de 2017, después de que la niña jugase con sus primos. De pronto, empezó a quejarse de dolor en el estómago y a la hora de la cena comenzó a vomitar. Al día siguiente, sábado, el médico de cabecera de la familia sugirió una gastroenteritis , pero por la tarde la niña empeoró llegando a estar desorientada y con un discurso incoherente.

 

Mía, con su madre

 

Con este cuadro, la llevaron al hospital y al llegar la niña se quejo de intensos dolores en las piernas: «Antes de que Mia fuera al hospital, nunca habíamos estado en uno, y tenemos una hija dos años mayor», señaló Amy Wikinson. Los galenos concluyeron que la niña de 5 años tenía influeza B y miosistis viral, que no es otra cosa esta última que dolor y debilidad muscular. La enviaron a casa a descansar pero en la tarde del domingo comenzó a presentar sarpullido de color púrpura en las piernas por lo que fue llevada nuevamente al centro hospitalario, donde sería internada en la unidad de cuidados intensivos pediátricos.

 

La familia Wikinson, al completo

 

El nuevo diagnóstico fue un cuadro de sepsis que, sintetizando, es una infección que se presenta en una parte del cuerpo y que se expande hacia el resto del organismo, pudiendo evolucionar a un cuadro crítico: «La sepsis puede ser fatal o tener un efecto grave en la salud del niño», declaró al New York Post la profesora McMillan.

En el caso de Mia, manos y pies empezaron a oscurecerse. Tenía la presión arterial muy baja, y necesitaba medicación para mantener sus órganos vitales y su cerebro. El flujo de sangre descendió de forma dramática en las extremidades. El daño en brazos y piernas no se recuperó. De hecho, se ennegrecieron y poco más de una semana desde el inicio de los primeros síntomas, tuvieron que amputarle los brazos por debajo del codo y las piernas por debajo de las rodillas.

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