El secreto detrás del arma casera con la que mataron al ex primer ministro de Japón, Shinzo Abe

El secreto detrás del arma casera con la que mataron al ex primer ministro de Japón, Shinzo Abe

Así detuvieron al sospechoso de haber baleado a Shinzo Abe, ex primer ministro de Japón.

 

 

 





Luego de que los agentes policiales se abalanzaran sobre el hombre que acababa de balear por la espalda al ex ministro de Japón Shinzo Abe, quedó en el suelo una suerte de escopeta casera fabricada a partir de dos cilindros metálicos amarrados entre sí con una cinta negra. Lejos de tratarse de una excentricidad, es un claro reflejo de las fuertes restricciones al acceso a las armas de fuego que rigen en el país asiático.

Por Clarín

Mientras en Estados Unidos se lamentan tiroteos cada vez con más frecuencia, en Japón las víctimas de ese tipo de crimen se cuentan con los dedos de una mano. Sin ir más lejos, EE.UU. registró 33.599 muertes por disparos en 2014, mientras que el archipiélago apenas sumó seis. En 2017, solo fueron tres los muertos.

Es que la Constitución de Estados Unidos establece a través de su Segunda Enmienda que los ciudadanos tienen el derecho a tener y a portar armas. En cambio, Japón asentó con una ley en 1958 que “ninguna persona poseerá un arma de fuego o varias o una espada o varias”. Es decir, una política de tolerancia cero.

Las estadísticas son elocuentes: en 2007, en Estados Unidos había 88,8 armas cada 100 habitantes, mientras que en la Nación nipona había apenas 0,6, según los datos de Small Arms Survey, una organización independiente que supervisa la tenencia de armas en el mundo.

 

El arma casera con la que balearon al ex primer ministro de Japón Shinzo Abe.

Por eso, comprar una pistola en Japón no es nada sencillo. En primer lugar, es un requisito excluyente asistir a clases, aprobar un examen y alcanzar un 95 por ciento de aciertos en una prueba de tiro en un polígono. También es necesario tener entrevistas con psicólogos para analizar la salud mental y someterse a exámenes en hospitales para descartar el consumo de alcohol y drogas.

En paralelo, las autoridades realizan una exhaustiva investigación del solicitante. No solo revisan el historial criminal, sino que también averiguan hasta el más mínimo detalle: posibles vínculos con grupos extremistas, movimientos bancarios y relaciones personales y laborales. También investigan a familiares y hasta compañeros de trabajo.

Superar todas esas condiciones es apenas un comienzo. Una vez que consigue el permiso, la persona debe dirigirse a una tienda de armamento, que no pueden ser más de tres en cada una de las 47 prefecturas (jurisdicciones) que conforman el país, según el límite que establece la ley. En ellas solo puede comprarse escopetas o rifles de aire comprimido, porque las pistolas están prohibidas.

 

El ex primer ministro de Japón Shinzo Abe fue baleado mientras daba un discurso. Foto AP.

 

 

Para pedir cartuchos, primero es indispensable devolver los usados. Acumular está prohibido. Además, las autoridades inspeccionan una vez cada 12 meses las armas. A los tres años, la licencia se vence y el proceso comienza de nuevo, con cada uno de sus pasos.

Esa misma postura se expresa en las fuerzas policiales. Es que, al no enfrentarse con criminales con armas de fuego, rara vez se ven forzados a utilizar sus pistolas reglamentarias. En cambio, atraviesan a un importante entrenamiento en artes marciales. En 2015, los agentes apenas efectuaron seis disparos, según el periodista de Tokio Anthony Berteaux.

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