Salen a la luz dos graves problemas para el padre de familia que huyó con la refugiada ucraniana

Salen a la luz dos graves problemas para el padre de familia que huyó con la refugiada ucraniana

Tony Garnett junto a la refugiada ucraniana Sofiia Karkadym, una historia de amor vinculada a la guerra.

La historia de amor y traición derivada de la guerra entre Rusia y Ucrania atraviesa un capítulo más en lo que parece una novela sin fin. Sucede que tras escapar con Sofiia Karkadym, la refugiada ucraniana de 22 años, ahora Tony Garnett, el padre que dejó a su familia, enfrenta dos graves problemas.

Por: Clarín

Luego de salir a la luz la relación prohibida, Lorna, la mujer de 28 años abandonada había salido a revelar intimidades sobre el conflicto. Más tarde se defendió públicamente la ucraniana, acusada de rompehogares, quien reveló secretos de la pareja del Reino Unido.





Pero como si esto fuera poco, Sofiia contó que atraviesa una severa afección que la dejó ciega parcialmente, con una cirugía que genera alarma y meses de recuperación por delante.

Huir de Ucrania al Reino Unido

Sofiia Karkadym se fue el 4 de mayo con la pareja que tiene dos hijas de tres y seis años en su casa de Bradford, West Yorkshire, Inglaterra.

Fue entonces que los acercamientos entre Tony, guardia de una empresa de seguridad en un centro del NHS (Servicio Nacional de Salud), y la ucraniana comenzaron a darse más seguido a altas horas de la noche mientras miraban televisión.

Según Lorna, la ucraniana no cuidaba su apariencia durante el día, pero para el horario en que Tony regresaba del trabajo a casa “se pintaba los labios de rojo, se arreglaba el cabello y usaba un top escotado”, describía a The Sun.

La historia de Sofiia y Tony comenzó con un simple deseo, aseguran.
La historia de Sofiia y Tony comenzó con un simple deseo, aseguran.

 

La pesadilla no tardó en consumase: a los 10 días el hombre de la casa y la ucraniana se fueron juntos. Comenzaron a buscar una propiedad para convivir mientras realizaban los trámites para la visa permanente para Sofía y soñaban con casarse.

Críticas a la ucraniana

La historia dio la vuelta al mundo y Sofiia comenzó a sufrir ataques: la trataban de “rompehogares”. “Habían destruido su relación mucho antes de que yo llegara al Reino Unido”, aseguraba la trabajadora informática.

También hizo referencia a los mensajes de odio que recibe en las redes sociales. “Me acusan de disuadir a familias del Reino Unido de acoger a ucranianos. Dicen que gracias a mí nadie aceptará más gente de mi país”, marca.

Así se justificó: “Yo no le robé a nadie la familia. Fue su decisión consciente y meditada, la decisión de un hombre de 29 años que tiene derecho a enamorarse. No secuestré a un hombre feliz en 10 días”.

Ciega parcialmente

En los últimos días la novela había sumado además otro capítulo: Sofía sufrió una infección ocular en Alemania después de huir de su hogar en la ciudad de Lviv bajo la brutal invasión de Vladimir Putin.

La refugiada ucraniana terminó dañando su visión al punto de dejarla por el momento ciega, afirman, y sostuvo que necesita seis meses para recuperarse después de la cirugía en Inglaterra.

Ante este escenario, el padre británico debió dejar de trabajar para cuidar a su nueva pareja todo el día. “Es lo correcto, es lo que debo hacer”, aseguró Tony, quien junto a ella posiblemente deban mudarse por tercera vez debido a los controles de protección bajo el esquema de refugiados.

Dos graves problemas para Tony

Tony Garnett y Sofiia Karkadym escaparon juntos para iniciar una historia de amor.
Tony Garnett y Sofiia Karkadym escaparon juntos para iniciar una historia de amor.

El culebrón sacó a la luz ahora dos grandes desafíos que enfrenta Tony Garnett, que lo pondrán a prueba tanto a él como a su amor.

El primero tiene que ver con recomponer la relación con sus dos hijas de tres y seis años en su casa de Bradford, West Yorkshire, Inglaterra. Pasa que su ex Lorna le prohibió verlas por completo, y el teme que al escuchar solo una de las versiones con el tiempo la vaya alejando definitivamente.

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