Desde hace una semana autoridades de la alcaldía de Seboruco en el estado Táchira, lograron el control de los predios por donde baja el agua que consumen los seboruquenses. Se trata de una finca que durante décadas fue utilizada para la producción de ganado, lo que contaminaba el agua.
Luz Dary Depablos // Corresponsalía lapatilla.com
La finca Los Monos fue propiedad privada de varias familias productoras de la zona, donde se mantenían entre 20 y 50 reses, cuyo excremento y orina desembocaban en el agua que era distribuida para el consumo de toda la población.
En reiteradas oportunidades integrantes de la Escuela Técnica Agropecuaria (ETA) y de la Fundación Ambiente y Vida de Seboruco, así como académicos y ambientalistas, advirtieron del daño ecológico que representaba la producción ganadera en la zona.
Ante la negativa de sus propietarios de sacar el ganado de la finca, pese a las denuncias de pobladores ante el Ministerio del Ambiente, el alcalde Luisnel Guerrero, sin recursos en mano, propuso comprar las 111 héctareas para que pasaran a ser propiedad de la municipalidad.
Ante la negativa del régimen de aprobar recursos para la compra del terreno, el alcalde con el apoyo de la sociedad civil y comerciantes reconocidos del municipio, realizó una subasta de ganado y una vendimia en la que participó todo el pueblo, logrando reunir el 55 % del valor de la propiedad.
Gracias a esa primera recaudación de fondos, se pudo lograr que el dueño retirara todo el ganado y entregara la finca a las autoridades de la alcaldía, mientras logran recaudar el otro 45 % del valor acordado.
El predio inicialmente tenía un valor de 20 mil dólares, una suma elevada para el presupuesto de una alcaldía tan pequeña. Sin embargo, el propietario al ver que se beneficiarían más de 13 mil habitantes, decidió reducir su valor a 15 mil dólares, por lo que aún se requieren 7 mil dólares para lograr el pago total de la propiedad.
El alcalde de Seboruco considera que este ha sido uno de los mayores logros para el municipio, pues históricamente los seboruquenses siempre han consumido agua contaminada.
Esperan a mediano plazo, una vez se haya logrado el pago de la finca, comenzar la recaudación para la compra de una planta potabilizadora que permita a los pobladores acceder a agua potable desde sus grifos.
De lograrse la consolidación de este proyecto con una planta potabilizadora, sería uno de los primeros logros en matería hidríca en el estado Táchira y en el país.