El país democrático tiene un llamado para la construcción del cambio político que son las elecciones presidenciales y parlamentarias y el lugar de encuentro para concretar la unidad es la elección primaria. Los venezolanos dentro y fuera de Venezuela serán llamados a participar y ello dependerá de una serie de elementos que gravitan en ese proceso de elección primaria. Uno de ellos, de modo determinante, es la selección de un ente rector, compuesto por gente honorable, profesionales de comprobada rectitud y sin vinculación político partidista y mucho menos con algunos de los precandidatos, para poder ofrecer imparcialidad y pureza al evento.
Las requisitos para pertenecer a ese grupo rector deben ser los mismos que están establecidos en la Ley Orgánica del Poder Electoral y en los principios constitucionales. Entre ellos podemos resaltar: 1. Ser venezolanas o venezolanos, mayores de treinta (30) años de edad. 2. Haber obtenido un título universitario, tener por lo menos diez (10) años de graduado y haber estado en el ejercicio o actividad profesional durante el mismo lapso. Preferentemente, tener experiencia o estudios de postgrado en el área electoral o en materias afines. 3. No estar vinculada o vinculado a organizaciones con fines políticos. 4. No tener parentesco hasta tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad con los titulares de los entes postulantes.
Como se observa, lo establecido en esta materia para el Estado venezolano es aplicable a la elección primaria de la oposición y con base en eso actuará en consecuencia la Plataforma Unitaria.
Esa rectoría del proceso de elección debe infundir confianza, independencia e imparcialidad. Su normativa debe ser incluyente y participativa, con las excepciones contenidas en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para sostenerse sobre los pilares del estado de derecho.
Eso sí, tenemos que tener muy presente que existen grupos que se hacen llamar de oposición y no lo son, como los llamados alacranes y así otros, que podrían tener la desfachatez de tratar de participar en el proceso y hacer mucho ruido solo con el objeto de quebrantar el normal desarrollo de la primaria. Pero si se lanzan a esa aventura no lo lograrán, porque afortunadamente el pueblo venezolano sabe quienes son y los rechaza, por la descarada manera en que se han prestado para hacerle el juego a Maduro con el objeto de dar un barniz democrático a su dictadura.
Por otro lado, las inhabilitaciones en que se encuentran algunos dirigentes venezolanos de oposición, recurso que utiliza Nicolás Maduro para arrebatarles sus derechos políticos, evidentemente que no es aplicable en la primaria. Allí a todos se les respetará ese derecho.
No podemos olvidar tampoco que algunos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) usurpado ya se han pronunciado sobre el voto de nuestros compatriotas en el exterior y esta negativa los coloca en una posición de desobediencia constitucional, porque el respeto de los derechos humanos y políticos acompañan a los venezolanos en cualquier lugar del mundo, es decir, estén donde estén.
No contentos en utilizar las inhabilitaciones personales para sacar del juego a seguros ganadores pretenden inhabilitar también a algunas organizaciones políticas. Mientras, los partidos han respondido con democracia interna, como son los procesos de legitimación y renovación de sus autoridades en los niveles nacionales y territoriales que han llevado a cabo Voluntad Popular y más recientemente Primero Justicia.
Visto todo lo anterior, están claras las razones por las cuales no podemos ir a una elecciones bajo la organización y dirección de este CNE y con ninguno que sea designado por la espuria asamblea nacional (así en minúsculas) del régimen, como es la del 2020, cuyas raíces provienen de una elección fraudulenta.
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La primaria se traduce en un inmenso esfuerzo del país democrático, para establecer un registro confiable dentro y fuera del país, con suficientes lugares para ejercer el voto. El poder ciudadano alternativo se activará, permitiendo que las organizaciones de la sociedad presten sus sedes para que puedan servir al ejercicio democrático. Así mismo, comporta invitar a suficientes voluntarios para que realicen el trabajo en las mesas electorales. Es una logística inmensa que todos debemos afrontar.
La Plataforma Unitaria y ciertamente el Presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, conductor para el restablecimiento del hilo constitucional, realizan en la actualidad las diligencias para que organismos internacionales, que están en extremo atentos a los avances en la búsqueda de la solución política en Venezuela, nos apoyen y sean testigos y observadores de la primaria. La Unión Europea y la Organización de Estados Americamos (OEA), que tienen expertos en la materia, así como organismos nacionales como Súmate y Creemos Alianza Ciudadana también deben ser invitados a participar.
Anunciada ya la primaria por la Plataforma Unitaria para el 2023, estamos en tiempo para tener a la vista un cronograma electoral, que nos permita visibilizar precisamente los tiempos para su ejecución y ahí ubicar el domingo de expresión unitaria, que será el día de la consolidación de la unidad.
Ciertamente lo primero es lo primero y en nuestro caso lo primero es la primaria. En ella estamos enfocados y por ella trabajamos sin pausas, porque como señalamos al principio representa la base de la construcción del cambio político que anhela la inmensa mayoría de los venezolanos.
Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015; expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP.