La llegada masiva de migrantes y refugiados del vecino país implicó para el Gobierno colombiano implementar un plan de choque para garantizar su atención en salud, que significó un desafío mayúsculo por cuenta de la Covid-19.
“En medio de la pandemia no era fácil atender este tema de la migración, ha habido una presión muy grande en los territorios, en los hospitales públicos; fue un reto muy grande todo lo que tuvimos que hacer en infraestructura y además teníamos que ver con todo lo de migración involucrado”, explicó María Andrea Godoy, viceministra de Protección Social.
Pero gracias al trabajo conjunto del Ministerio de Salud, Migración Colombia la Gerencia de Frontera, la cooperación internacional y los entes territoriales, se logró, a través de la denominada afiliación de oficio, la atención prioritaria de las personas venezolanas.
Hoy hay 814.904 personas migrantes afiliados en salud, de las cuales el 31. 9 por ciento cotiza a salud al régimen contributivo, mientras que el 68.1 por ciento restante está cubierto por el régimen subsidiado. Esas cifras se lograron consolidar en 2022 con el despegue definitivo de la regularización.
“En el momento en que Migración Colombia entregaba los PPT nosotros hacíamos a su vez las afiliaciones de oficio, y coordinados con Planeación Nacional pedíamos la encuesta SISBEN para que después se la aplicaran”, acotó la funcionaria, quien agregó que las estadísticas reflejaban la necesidad imperiosa de muchas personas venezolanas por recibir atención especializada.
La buena noticia adicional es que Colombia tiene la financiación para atender a 945 mil migrantes, y por eso es necesario que se regularicen de manera rápida porque, según la viceministra “con eso les podemos brindar una atención integral, les podemos cubrir todas las necesidades en salud, y además de una manera sostenible en el tiempo desde el punto de vista de la viabilidad financiera”
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