El testimonio de una venezolana que cruzó el Darién: “Hubo momentos en que pensé que moriría”

El testimonio de una venezolana que cruzó el Darién: “Hubo momentos en que pensé que moriría”

David Smolansky inicia esfuerzos conjuntos con la OEA para atender crisis de migrantes por el Darién

 

 

 





 

Florimar extendió sus dedos y los llevó hasta su frente. Se encomendó a Dios mientras bajaba su mano para hacer la señal de la cruz. Agarró con fuerza a su hija Carlota y, junto a su esposo Andrés, se acercó al grupo de 80 personas que estaba a punto de entrar a la selva del Darién. Corría para entonces el 6 de julio.

Rosanna Battistelli // EL PITAZO

“Cuando comencé a rezar sentí un escalofrío en el cuerpo. Era como si Dios me enviaba una señal o quizás me estaba protegiendo”, recuerda Florimar al narrar su historia a El Pitazo, vía WhatsApp, el 18 de julio.

Florimar (32 años), Andrés (35 años) y Carlota (6 años) son venezolanos. Los tres emigraron en 2018. Estuvieron un año en Colombia y tres en Perú. En ninguno de los dos países se sintieron a gusto. Trabajaban mucho y ganaban poco, así que la pareja decidió irse a Estados Unidos por los caminos verdes.

Nos habían hablado de los peligros de la selva, pero uno no aprende de experiencias ajenas. Realmente es peor de lo que pensaba. La selva asusta de día y de noche. Es un lugar misterioso, horrible, debes estar atento porque cualquier animal puede atacarte y devorarte. Hubo momentos en que pensé que moriría», cuenta Florimar con voz entrecortada.

La región selvática del Darién es una de las rutas más peligrosas del mundo que utilizan refugiados y migrantes. Abarca 5.000 kilómetros cuadrados de junglas, ríos y montañas inclinadas, en la frontera entre Colombia y Panamá. De acuerdo con las estadísticas de las autoridades panameñas, 28.079 venezolanos atravesaron este lugar entre enero y junio de 2022.

Aquí no se puede venir con miedo. El que esté asustado, que se devuelva”, dijo el guía con acento colombiano mientras miraba fijamente al grupo que conduciría por la selva desde Capurganá, en la costa del Caribe de Colombia.

Más detalles en EL PITAZO