Conservadores británicos presumen de diversidad en la elección de su próximo primer ministro

Conservadores británicos presumen de diversidad en la elección de su próximo primer ministro

© Jessica Taylor / AFP

 

El Partido Conservador británico, cuya afiliación está mayoritariamente compuesta por hombres blancos, elegirá entre una mujer y un hombre de origen indio para suceder a Boris Johnson como su líder y próximo primer ministro del Reino Unido.

El exministro de Finanzas Rishi Sunak o la jefa de la diplomacia Liz Truss se convertirán el 5 de septiembre en el nuevo dirigiente del país.





“Trece de los 15 primeros ministros desde la segunda guerra mundial han sido hombres blancos, pero eso ya no es inevitable”, dice a la AFP Sunder Katwala, del grupo de investigación British Future.

Si resulta elegida, Truss sería la tercera mujer primera ministra del país, tras Margaret Thatcher y Theresa May, ambas también conservadoras.

Por su parte, Sunak, de abuelos indios y practicante del hinduismo, se convertiría en el primer jefe de gobierno no blanco de la metrópolis que en el pasado colonizó y gobernó India.

Las minorías étnicas, cuyas condiciones de vida son peores en muchos aspectos, “siguen siendo escépticas sobre el programa de los conservadores, aunque ponga la diversidad en lo más alto”, afirma Katwala.

Y “votan como todo el mundo: sobre los impuestos, la economía, el Brexit”.

Aunque ha sido objeto de ataques racistas en las redes sociales, Sunak y su ascenso ponen de manifiesto un cambio de mentalidad entre los conservadores británicos.

Recordando los insultos racistas que recibió de niño, Sunak dijo en 2020 que “duelen más que otros”. “Pero hacía mucho tiempo que no me pasaba”, afirmó señalando los “enormes avances” realizados en este ámbito.

En 1968, cuando un gran número de inmigrantes procedentes del Caribe y del sur de Asia estaban cambiando la fisonomía del país, el diputado conservador Enoch Powell predijo una guerra civil si la inmigración continuaba. Las encuestas de la época mostraban que la mayoría de los británicos blancos estaban de acuerdo con él.

– Escándalos racistas y sexistas –

Los conservadores presentan ahora una cara más inclusiva, pero “el partido tiene sus nuevos problemas, como Windrush y la campaña racista contra Sadiq Khan”, el alcalde laborista y musulmán de Londres, señala Katwala.

En 2018, el “escándalo Windrush” puso de manifiesto la política migratoria de los conservadores, al privar de sus derechos e incluso deportar a inmigrantes caribeños que habían llegado legalmente más de medio siglo antes.

Más recientemente, el plan del gobierno de deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda, apoyado tanto por Truss como por Sunak, ha subrayado aún más la línea dura de los conservadores en materia de inmigración.

El Partido Conservador también vio multiplicarse los escándalos sexistas y sexuales, con varios diputados acusados de violación o agresión sexual.

Algunos diputados conservadores acusaron recientemente a una diputada de la oposición de distraer al primer ministro cruzando y descruzando las piernas en el Parlamento.

– Oxford, Oxford y siempre Oxford –

Sunak y Truss son los dos candidatos finalistas para suceder a Johnson, que dimitió tras verse abandonado por su partido en un contexto de crecientes escándalos.

Los cerca de 200.000 afiliados de la formación votarán en agosto por correo para elegir entre ellos a su nuevo líder.

Según una encuesta realizada el año pasado, los miembros del partido tienden a ser hombres blancos relativamente mayores.

Sin embargo, cuando en un primer momento surgieron ocho candidatos a suceder a Johnson, cuatro eran mujeres y cuatro aspirantes no blancos.

Por contraste, cuando en 2005 ganó las elecciones al liderazgo conservador, David Cameron y sus seis rivales eran todos hombres blancos, señaló recientemente el propio ex primer ministro en el Sunday Times, animando a las minorías a presentarse sin reparos.

“Algunos ven la cohesión (social) como un concepto blando y una política de segunda categoría”, dijo. “No lo es”.

Cuando estaba en el poder, Cameron introdujo reformas para feminizar y diversificar las filas conservadoras.

Pero hay cosas que no cambian: de los últimos 15 jefes de gobierno, 11 han estudiado en Oxford. Y es también el caso de Sunak y Truss.

“Las élites son más abiertas, siempre que tengan la educación adecuada”, señala Katwala.

“Todavía tenemos que encontrar la manera de hacer lo mismo con la clase trabajadora”, añade. “Pero ya es un progreso”, subraya.

AFP