La verdad detrás del arte: el dibujo pornográfico en el que Leonardo Da Vinci confesó su homosexualidad

La verdad detrás del arte: el dibujo pornográfico en el que Leonardo Da Vinci confesó su homosexualidad

Detalle. “El ángel encarnado”, de 1515, está relacionado con la pintura ‘San Juan Bautista’ . Foto: Wikimedia

 

 

Le gustaba rodearse de hermosos jóvenes y su homosexualidad fue un secreto a voces durante el Renacimiento. Sin embargo, y pese a su costumbre de registrar meticulosamente su día a día, Leonardo da Vinci (1452-1519) no dejó nada escrito de sus aventuras amorosas.





Por Clarín

Antes de cumplir los treinta años fue acusado dos veces de sodomía, un delito que en la Florencia del Oficio de la Noche estaba penado con la castración y la muerte en la hoguera.

El tribunal, que se alimentaba de denuncias anónimas que los ciudadanos podían depositar en unos buzones dispuestos en la calle, los llamados “agujeros de la verdad”, fue creado en 1432 con el objeto de reprimir la homosexualidad en una ciudad que se había convertido en la meca gay de Europa (en Alemania se utilizaba el término florenzer para designar a quienes mantenían relaciones con personas del mismo sexo). Fueron juzgados más de 15.000 hombres.

 

Leonardo y el dibujo de Salai desnudo. / Foto: cortesía La Vanguardia

 

Leonardo no resultó condenado, pero enfrentó un juicio y pasó dos meses en la cárcel a la espera de sentencia. Seguramente aquella experiencia dolorosa tuvo mucho que ver con el secretismo con el que a lo largo de toda su vida trató de velar su intimidad.

Durante más de un cuarto de siglo, el artista mantuvo una estrecha relación con Gian Giacomo Caprotti da Oreno, de sobrenombre Salai (diablillo, bautizado así por el personaje del Morgante de Luigi Pulci), un joven ayudante que llegó a su taller con diez años y al que el chismoso Giorgio Vasari describe en La vida de los artistas (1550) como “un joven de lo más hermoso en gracia y belleza, con finos mechones, rizados en tirabuzones, en los que Leonardo se deleitaba mucho”.

Sigmund Freud publicó en 1910 un estudio psicoanalítico, Un recuerdo de infancia de Leonardo da Vinci, en el que argumentaba que el genio de la Toscana era homosexual pero célibe , y que sublimaba su erotismo en una incesante investigación.

El envío de niños como aprendices a los talleres de artistas era una práctica común: si mostraban habilidades, recibían lecciones y podían convertirse en pintores. Salai resultó ser un ladronzuelo. En una carta al padre del niño, el artista se lamenta: “Al segundo día mandé hacerle dos camisas, un pantalón y una chaqueta a la medida. Y cuando aparté el dinero para pagar estas cosas, me robó el dinero de la billetera y no pude lograr que confesara, aunque estoy firmemente convencido de ello”. En otra misiva se referiría a él como “ladrón, mentiroso, terco, glotón”.

 

‘Retrato de Salai’, 1502-03. Colección privada Alos Foundation Wikipedia / Foto: gentileza La vanguardia

 

Leonardo, que según el Anónimo Gaddiano “vestía una túnica rosa hasta la rodilla en un momento en el que la mayoría llevaba túnicas largas”, lo mantuvo a su lado como modelo y asistente hasta 1516. Un dibujo realizado en 1490 conocido como Alegoría del placer y el dolor, que muestra a un hombre joven y otro anciano unidos en un mismo cuerpo, podría ilustrar esta relación.

“Prefiero que se extinga la humanidad a practicar el sexo”, escribió el artista, y el doctor Sigmund Freud publicó en 1910 un estudio psicoanalítico, Un recuerdo de infancia de Leonardo da Vinci, en el que argumentaba que el genio de la Toscana era homosexual pero célibe , y que sublimaba su erotismo en una incesante investigación.

? También Elizabeth Abbott, en su Historia del celibato, sostiene que aunque Leonardo era probablemente homosexual, el trauma del caso de la sodomía lo convirtió al celibato para el resto de su vida.

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