La televisión nuestra ha caído tanto que el venezolano común… quien hace 30 años se informaba escuchando los puntos de vista de ciudadanos de la talla de Sofía Imber y Carlos Rangel… y en una menguada oportunidad tuvo en ese rol a Kiko y Carla… ahora no tiene nada.
Y por eso la audiencia en ese medio y en la radio, ha bajado en picada, al punto que para saber qué han hecho y hacía dónde va el poder… no es malo ver La Hojilla y también el Mazo… dónde esconden los delitos cometidos por chavistas… pero desnudan la peor oposición que Venezuela haya tenido.
Extrañamente el pasado martes Silva fue más serio que de costumbre: ya que don Mario explicó que su programa trataría “de la defensa de las Zonas Económicas Especiales”.
A caramba: este arranque me pareció baladí ya que nadie atacaría una ley que se supone atraerá capitales, buscando recobrar el PTB que tuvimos cuando PDVSA producía el triple.
Época en que, aparte de lo que producíamos, nos prestaban millones y ni se molestaban en cobrar.
Años dorados que le permiten a la antigua clase media –especie en extinción- suspirar diciendo “cuando éramos ricos y no lo sabíamos”.
Pues bien yo esperaba que Silva explicara nuestra fortaleza en agricultura tropical… petroquímica… moda y algo de turismo.
Pues no… Mario Silva arrancó su programa emulando, quien lo diría, a Diego Arria, personaje ya olvidado, pero que hace más de medio siglo irrumpió en la política vendiendo a Venezuela… destino entonces caro y desconocido…
Bien: los tiempos corren y ahora el afiche de Arria se cambió con un bello y largo video donde promocionan como destino turístico nuestro país.
Un país difícil de vender toda vez que durante dos décadas, los venezolanos hemos sufrido todos los ataques mediáticos por parte del mercenariato periodístico y hasta por mandatarios extranjeros.
País que ha resistido expropiaciones improductivas de millones de hectáreas, manirrotismo gubernamental y privado y aislamiento por aire, mar y carreteras… al punto que muchos olvidaron que existimos… y millones de compatriotas se han marchado.
Y los que nos recuerdan piensan… siguiendo el credo de opositores en diáspora, que caminar por Venezuela entraña gran peligro de muerte, desvalijamiento, violaciones y robo de órganos.
Y claro: un país así podrá traer algún rusito despistado… o turco… quizás por primera vez se afinque en la isla de La Tortuga el ser humano que hasta ahora ha sido reacio a poblar en quinientos años ese territorio.
Pero eso y debe tenerlo en cuenta don Mario que llegó a decir al estilo Arria… “que Venezuela es un país de 4 estaciones”… porque el turismo se desarrolla a lo largo del tiempo… y de inmediato no afectará en mucho la enorme pérdida del PTB debida al socialismo y las sanciones.
De manera que mejor sería para todos… que Mario Silva venda las Zonas Económicas Especiales… en el exterior… con petroquímica y agricultura.
Eso sí: Silva es diputado… y debería exigirle al gobierno los cambios necesarios para que el turista se sienta a gusto… vuelva y no sea robado en una alcabala.
Vendiendo turismo Mario Silva cae en la mentirosa categoría de Diego Arria… que con afiches intentó cambiar una realidad.
Y ojalá que de verdad vengan grandes capitales extranjeros que con la presencia de enchufados y sinvergüenzas… permitidos en la ley de ZEE… no crece el PTB.