Muerte de alias “Romaña”: un GPS, una maleta y fajos con miles de dólares; el impresionante relato del mercenario

Romaña Henry Castellanos Garzón alias “Romaña” ó “Edison Romaña” Exgerrillero de las FARC Tumaco abril 2017 Foto Daniel Reina Romero Revista Semana – Foto: Daniel Reina Romero / Getty Images

 

El relato del mercenario que dice haber participado en la operación para dar de baja a Romaña está lleno de detalles de película. El hombre, que no es colombiano y que llegó al país con esa misión, relató los pormenores de lo que se habría planeado para capturar al exguerrillero, uno de los exjefes de las Farc y de las disidencias de la Segunda Marquetalia.

Por semana.com





“Yo fui el que estuvo con Romaña casi un año, haciéndole creer que era un narcotraficante, como me dijeron la CIA, la DEA y el GRATE (Grupo Antiterrorista de la Policía)”, dijo el mercenario a SEMANA.

El relato de cómo se mantuvo todos esos meses escondido llama la atención, en especial por un detalle: en ese año que estuvo infiltrado, mientras se pensaba en cada detalle para lograr capturar a Romaña, el hombre siempre tuvo un GPS que supuestamente les permitía a las autoridades saber dónde estaba.

Romaña plata – Foto: Suministrada a Semana

 

El mercenario contó cómo funcionaba ese aparato. “Son unos bolsitos negros, uno mete las cosas suyas, la ropa dentro. Pero si usted toca, no encuentra el GPS. Y ellos saben a toda hora dónde está uno”, dijo.

Esto habría sido determinante en el momento en que la operación tuvo éxito. A Romaña lo matan en una pista aéreaCuando ellos estaban allá, les pidieron mandar una foto del disidente. “Yo tuve que mandar esa foto y avisarle a un contacto en Italia dos días antes que, cuando le llegara esa foto, la girara a un número de Colombia. ¿Si me entiende? Y el número de Colombia aseguraba que nosotros ya estábamos con Romaña, ya se estaba haciendo la operación”, contó.

Se trataba de una maletica negra, pero también de un aparatico en el cuerpo, un “spot”. Y el lugar donde el mercenario lo llevaba buscaba que no fuera nunca encontrado: en los calzoncillos. “Adentro de los calzoncillos”, aclaró el mercenario, para ser específico.

“En los calzoncillos no te requisaban”, agregó. El maletín, por su parte, también les permitía a quienes no estaban infiltrados saber dónde estaban. Pero no los protegía de nada. “Pues sabían por lo menos hasta dónde llegó el maletín. No hubiera pasado nada porque habríamos quedado muertos ahí, como quedó Chaverra y han quedado muchas más personas”, contó.

El hombre también narró con pelos y señales cómo movieron plata para la recompensa de esa operación. Según el mercenario, todo el dinero ”salió de la embajada americana”. Cuenta que se las entregó Wilson Trejos, detrás de la Universidad Nacional, en un parqueadero.

“Nos dice: vea, los gringos solo nos dieron 1,2 millones de dólares, tienen que tener paciencia porque, como el cuerpo quedó allá…Nosotros les hemos dicho: pero vea que a ti te trajeron las fotos”, contó el extranjero.

Y continuó relatando cómo sucedió esa conversación. “Entonces él me dijo: no, como esto es en otro país, hay un poquito de papeles que hacer, pero de aquí a un mes nos dan el resto. O sea, nos dieron 1,2 millones de dólares. Faltan 3,8 millones de dólares. ¿Dónde está ese dinero? Yo no creo que la embajada les haya dicho: denle 1,2 millones a ellos y cojan 600?, agregó.

Romaña plata – Foto: Suministrada a Semana

 

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