El Manchester United está en caída libre. Después un paupérrimo curso 21/22 en el que los Diablos rojos fueron incapaces de clasificarse para la Champions, el curso 22/23 ha empezado aún peor de lo que terminó el pasado. Después de haber quemado la llama de tres entrenadores (Solskjaer, Carrick y Ragnick) y de acudir al Ten Hag para que rescatase al equipo, la situación lejos de mejorar, ha empeorado, sin rastro alguno de proyecto deportivo. Cristiano Ronaldo es consciente, así lo reseñó CADENA SER.
El portugués continúa buscando una salida para poder jugar la Champions, y aunque la directiva se mostraba reacia a dejarle salir, su actitud en las dos derrotas ligueras podría haberles hecho cambiar de idea.
La preocupación invade al vestuario
Ni los fichajes ni el nuevo capitán del barco han podido cambiar el rumbo del Manchester United. El equipo continúa a la deriva. Y el hundimiento se acentúa tras la histórica goleada recibida el sábado a domicilio. El Brentford le endosó un 4-0 en 35′.
“Es basura”, sentenciaba Ten Hag en el postpartido. Dos derrotas en dos partidos ante rivales teóricamente lejos de la dimensión del club: Brighton y Brentford. Dentro del campo la situación es desoladora. También en el vestuario.
El derrotismo y la frustración invadió a los jugadores red devils el sábado hasta llegar al punto de plantearse la salida del que debería ser su principal estandarte, aunque él haya intentado dejar de serlo: Cristiano Ronaldo.
El máximo goleador del Manchester United en la 21/22 forzó su salida del equipo tras quedarse fuera de la Champions. El portugués se encontró con la negativa de sus dirigentes a dejarle salir y con la falta de destinos para ello. Sin embargo, su actitud en las recientes derrotas del equipo puede hacer realidad sus deseos.
Según la ‘BBC’ y ‘The Times’, los altos cargos se han cuestionado si merece la pena mantener a Ronaldo dado que les ha dicho a los ejecutivos que quiere irse. Además, los medios británicos sostienen que el cuerpo técnico y los jugadores están cada vez más frustrados con su comportamiento, ya que su futuro amenaza con hundir aún más al club en una crisis. Visto lo visto, hasta el 31 de agosto todo puede pasar con el futuro de Cristiano. El culebrón continúa