La planta de energía nuclear ucraniana de Zaporiyia, la mayor de Europa y actualmente ocupada por los rusos, se encuentra operativa, pero “viola las normas de seguridad contra incendios y radiación”, informó hoy la empresa estatal Enegoatom.
El regulador nuclear de Ucrania indicó en un comunicado que “desde las 8:00 (hora local) del 22 de agosto de 2022, la central nuclear de Zaporiyia (ZNPP) continúa operando con el riesgo de violar las normas de seguridad contra incendios y radiación”.
El “bombardeo periódico de la ZNPP por parte de las tropas rusas con misiles antiaéreos causó un grave riesgo para el funcionamiento de forma segura de la central”, dice el comunicado, según las agencias locales.
Energoatom señala que el 5 de agosto, como resultado de un ataque del ejército ruso a la central, se activó la protección de emergencia de una de las plantas de energía, por lo que desde entonces se ha desconectado una de las tres unidades en funcionamiento.
Durante ese ataque, la estación de nitrógeno y oxígeno y el edificio auxiliar combinado sufrieron graves daños, agrega.
Todavía existen riesgos de fuga de hidrógeno y pulverización de sustancias radiactivas, y el riesgo de incendio también sigue siendo alto, precisa la empresa estatal ucraniana.
Indica además que el pasado 6 de agosto, “como resultado del bombardeo de los invasores, se dañaron tres sensores de monitoreo de radiación en las instalaciones de ZNPP”.
Y el 11 de agosto, “los ocupantes dispararon contra el edificio del cuerpo de bomberos, ubicado fuera del perímetro de la ZNPP, diseñado para protegerlo de incendios y extinguirlos en caso de situaciones de emergencia”.
Dos días más tarde también resultó dañada la celda abierta de 750 kilovativos y el pasado día 20 de agosto, como consecuencia de otro bombardeo, una de las galerías por donde transita el personal de los edificios especiales a las unidades de potencia (paso elevado) también sufrió daños y los cristales del edificio quedaron destrozados.
“El personal ucraniano de la central nuclear continúa trabajando en sus turnos y haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad nuclear y radiológica, así como para eliminar las consecuencias de los daños, asegura la empresa.
La planta de Zaporiyia “permanece ocupada y controlada por el ejército ruso. Dado que es imposible predecir las acciones de los invasores, la amenaza a la seguridad de la nuclear persiste”.
Actualmente, la central nuclear continúa operando y produciendo electricidad para las necesidades del sistema eléctrico ucraniano.
El ejército ruso tomó la ZNPP en la noche del pasado 4 de marzo. Desde entonces y según el Gobierno de Ucrania, el personal militar y el equipo pesado ruso se han estacionado en las instalaciones de la central, usándolas como almacén de armas.
La seguridad en la central atómica se ha convertido en una de las mayores preocupaciones para la comunidad internacional tras la invasión rusa de Ucrania, ya que las inmediaciones de sus instalaciones han sido bombardeadas en varias ocasiones en ataques de los que se acusan ambos bandos.
EFE