“Ese monstruo la mató vilmente”: protestaron por asesinato de la doctora Nardy Mora en Valencia

 

“Ella no debió morir así, en manos de ese monstruo que la mató vilmente”, expresó en medio del llanto Vilma Coromoto Rumbos, madre de la médico Nardy Mora, quien fue asesinada y descuartizada en la UE “Rafael Guerra Méndez”, donde funcionaba un ambulatorio, ubicado en Valencia, estado Carabobo.





Por Corresponsalía

Vestidos de blanco y con pancartas en mano, familiares, amigos y colegas se concentraron la mañana de este lunes en las inmediaciones del Palacio de Justicia para exigir que se castigue con todo el peso de la ley al presunto responsable del crimen, quien se desempeñaba como cuidador en el plantel.

 

Vilma Coromoto Rumbos, madre de la Da. Nardy Mora

 

A las 9:00 de la mañana del pasado miércoles 24 de agosto, la doctora Mora salió de su vivienda a trabajar en el consultorio, pero al caer la noche, no regresó a su casa. Esto encendió las alarmas en la familia, por lo que reportaron a la médico como desaparecida. Dos días después, en horas de la noche del viernes, las autoridades habían hallado algunos restos humanos en una cochinera, situada dentro de la institución educativa.

 

 

“Yo tuve la esperanza hasta el último momento de que mi mamá estuviese sana y salva, hasta que el Cuerpo de Investigaciones me dio la noticia (…) Lo último que hablé con ella fue de los planes que teníamos: yo quiero estudiar Medicina y espero que el gobierno me ayude, porque me quedé sin mi mamá”, dijo al tiempo que su voz se quebraba, Stephany Aguilar Mora (18), hija de la médico asesinada.

 

Stephany Aguilar Mora, hija

 

Las autoridades aún se mantienen en la búsqueda de parte de los restos de la doctora que fueron esparcidos en el río Cabriales. Se conoció que funcionarios de Protección Civil encontraron este lunes el cuero cabelludo en el río Cabriales, a la altura del puente Los Taladros.

El presunto asesino, identificado como Yonatan Joel Figueroa Goitia, fue detenido por los cuerpos de seguridad del Estado, y se espera que sea presentado ante los tribunales. Trascendió que el hombre de 45 años de edad, oriundo del barrio Caja de Agua, parte alta del cerro, casa s/n de Puerto Cabello, estado Carabobo, tendría antecedentes penales por el delito de violencia sexual contra una menor de edad, robo agravado y posesión ilícita de sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

Los familiares y colegas de la doctora manifestaron sentirse indignados, porque no entienden cómo una persona con ese perfil pudo estar libremente en un ambiente educativo y de salud.

“Ese lugar no es un espacio donde puede trabajar una profesional. Cómo va a ser que en esa escuela están criando cochinos. Ese señor tiene antecedentes y estaba donde hay niños y van personas para que la doctora los vea. Queremos que se haga justicia y llevar a ese hombre hasta el final”, afirmó Evelyn Cristina Sarlotin, tía de la doctora asesinada.

 

Evelyn Cristina Sarlotin, tía de la doctora asesinada

 

Según el relato de la madre de Mora, la médico supuestamente le había mencionado a otras colegas que no le gustaba cómo la miraba Figueroa, por lo que pidió que no la dejaran sola. En esto coincide Marlene Farfán, paciente y vecina de la institución educativa, quien aseguró que Mora le habría manifestado esa incomodidad.

“Soy testigo de que ella me había dicho a mí que ese tipo la estaba acosando (…) Hay que investigar quién metió a ese tipo ahí”, comentó Farfán.

Médicos exigen seguridad

En la protesta, colegas y amigos de la doctora denunciaron que no está garantizada la seguridad para quienes laboran en estos centros de salud. En medio de lágrimas, expresaron sentir temor de que el caso de la doctora Nerdy Mora se repita.

 

Gabriela Tovar, médico

 

Gabriela Tovar, médico integral comunitario, indicó que pese a que trabaja en un ambulatorio de un colegio que está situado en una “zona roja” de la capital carabobeña, los médicos y pacientes están expuestos a ser víctima de la delincuencia.

“Los policías lo único que hacen es tomarnos una foto para decir que nos están cuidando, pero ninguno se queda una noche completa cuando tenemos guardias (…) Lo que me pagan a mí quincenalmente, que son 136 bolívares, no va a alcanzar ni siquiera para el funeral ni para unas flores el día que a mí me suceda lo que le pasó a la doctora Nardy Mora, no va a alcanzar ni para el entierro”, destacó indignada.

“Una profesional ejemplar”

Nardy Mora, además de médico, era enfermera. Trabajó 20 años en el Ipasme Valencia, y 14 años en el CDI Palotal. Luego, se desempeñó como doctora en el CDI de Carmen Norte y finalmente fue trasladada al ambulatorio de la UE “Rafael Guerra Méndez”.

Sus compañeros de trabajo y pacientes la describen como una profesional intachable y ejemplar.

“Me mataron a mi amiga”, decía llorando Enrique José Benavides Urbina, amigo y colega de Mora. Comentó que la vio por última vez el martes pasado, mientras compartían y conversaban de sus proyectos profesionales en conjunto.

“Teníamos un proyecto del postgrado de programa de ITS. Nosotros estudiamos toda la carrera, ella me corrigió la tesis. Era una profesional activa, excelente, humanitaria, preocupada, abnegada. Queremos justicia”, señaló.

“Ella atendía muy bien, sabía hacer las cosas, muy humanitaria, paciente, respetuosa. Lamento mucho esto. El Gobierno y las autoridades tienen que ver qué van a hacer cuando vayan a meter un personal en el trabajo, sea hospital, clínicas, donde sea, porque estamos arriesgándonos todos”, manifestó una de las pacientes.

Los familiares realizarán esta noche una vigilia en la residencia de la doctora Mora, en el barrio El Consejo, al sur de Valencia, para elevar una oración y pedir que el caso no quede impune.