Una mujer obsesionada con los animales ha tenido las cenizas de dos de sus mascotas fallecidas tatuadas permanentemente en su piel para que “siempre puedan estar con ella”. Alexandra Ashe, de 35 años, que tiene al menos 30 tatuajes de sus animales adoptivos, decidió tatuarse las cenizas de su difunto gato atigrado, Lamb, en su brazo derecho, y los restos de un zorro bebé de tres patas llamado Matilda dibujados junto a su corazón.
Por Mirror
Acreditando al gato que había tenido desde que tenía 18 años por haberla ayudado a recuperarse después de caer en la adicción a la heroína en su adolescencia y cuando tenía 20 años, Alexandra ahora ha estado libre de drogas durante cinco años y dedica su vida a cuidar animales rescatados en un santuario en su casa.
Alexandra, cuyo apellido de soltera de la madre era Dolittle, también vive con su esposo, el guardia de seguridad Michael Evans, de 41 años, en Florida, EE. UU. Ella describe a sus mascotas como su “serenidad”.
“Tener las cenizas de Lamb y Matilda tatuadas en mi piel significa que puedo llevarlas conmigo para siempre”, explicó.
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