Parálisis de sueño, episodio angustiante y más frecuente de lo que crees: qué es y cuándo consultar al médico

Parálisis de sueño, episodio angustiante y más frecuente de lo que crees: qué es y cuándo consultar al médico

Un sueño vívido en el que uno se siente paralizado. Foto Shutterstock.

 

 

 





La escena puede resultar muy angustiante: una persona está viviendo un sueño de manera consciente, pero no puede moverse. El cuadro se agrava si lo que se está teniendo es una pesadilla: sentir una amenaza real sin tener la más mínima capacidad de reacción.

Por Clarín

Afortunadamente el episodio dura poco, pero tiene la intensidad suficiente como para dejar a la persona sobresaltada por varios minutos, e incluso puede llegar a sentir que su corazón late más rápido.

 

Las personas que padecen parálisis del sueño pueden temer quedarse dormidas. Foto Shutterstock.

 

Es probable que a muchas personas esta descripción les resulte conocida: según la neuróloga especializada en medicina del sueño María Celia Daraio esto le ocurre, al menos alguna vez, a alrededor de la mitad de las personas.

Sin embargo, comprender el proceso mediante el cual esto pasa puede ayudar no solamente a tomar medidas para prevenirlo, sino también a no desesperar, y saber cuáles son las señales de alerta para consultar.

Qué es la parálisis del sueño

La parálisis del sueño es una parasomnia (experiencias no deseadas del sueño según las define la clínica Mayo), en la cual se produce una superposición entre el estado de vigilia -el estar despierto y consciente- y aspectos del sueño REM, según indica Daraio, que se desempeña en DIM Centros de Salud.

Recordemos que el sueño REM es un momento de sueño profundo, precisamente en el que soñamos. En esta fase, la mayor parte del cuerpo se paraliza para no actuar lo que estamos soñando, y eso explica que gran parte de los músculos voluntarios del cuerpo no respondan.

El problema en la parálisis del sueño es que las imágenes oníricas aparecen estando totalmente conscientes de lo que está ocurriendo.

“La naturaleza es sabia, por eso, mientras soñamos hay un circuito neurológico muy específico que paraliza nuestros músculos para evitar que actuemos los sueños y en ese caso dañarnos o dañar a otros”, detalla.

Y agrega: “Es este circuito el que permanece activo aunque estemos despiertos, solo permite mover el músculo diafragma para seguir respirando normalmente, además de los músculos que mantienen la función del corazón, la circulación y todas las funciones vitales”.

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