Más de 5.000 personas se congregaron en playa Mansa, Lechería, donde se realizó la misa en honor a la Virgen del Valle en sus 111 años de coronación canónica.
Por Corresponsalia
El acto litúrgico dirigido por monseñor Jorge Aníbal Quintero, obispo de Barcelona, tuvo como eje central el mensaje mariano para llegar a Cristo.
En medio de cantos, oraciones, pruebas de fe, se llenó la capilla instalada para albergar a 5.000 feligreses para la fiesta mariana.
“La virgen es milagrosa, mi Vallita. Yo tuve dos pérdidas, no podía tener hijos, le pedí y le pedí, y en menos de un mes quedé embarazada. Luego me bendijo con un segundo hijo”, explicó Mirian Luis, quien con su virgen en la mano daba gracias por un milagro de fertilidad.
Y es que este año la importancia de la madre para el camino de la fe fue el mensaje central de la celebración. “La Madre es el camino, sin ella no podemos llegar a Cristo. Las madres, ellas nos llevan a la fe”, dijo monseñor Quintero.
A esta advocación mariana también se le atribuyen milagros de sanación.
“Yo tenía cáncer, fue ella quien me curó, me salvó la vida, se lo debo todo. Mi esposo recibió una bala en el cerebro y ahí está vivo, sano, gracias a Vallita”, dijo Fabiola Marcano, que asegura haber sido bendecida con varios milagros.
Autoridades como el alcalde de Lechería, Manuel Ferreira, pidieron a la virgen “por la unidad, por el encuentro y por el consenso para lograr una Venezuela próspera, de desarrollo, la Venezuela que todos soñamos y nos merecemos”.
La Virgen del Valle realiza un recorrido por el mar con los pescadores para dar gracias por los favores recibidos.
