Más allá de sus 41 años y que las lesiones que no lo dejaron tranquilo durante las últimas tres temporadas, el anuncio del retiro de Roger Federer generó conmoción en el mundo del deporte.
Se esperaba, como mínimo, que dijera presente en el Swiss Indoors Basel, el ATP 500 de su ciudad natal que se disputará del 24 al 30 de octubre. O que, en el mejor de los casos, pensara en prepararse para llegar en la mejor forma física posible a Wimbledon, el torneo más importante de su carrera, y despedirse allí a lo grande.
Sin embargo, aunque el público común del tenis no lo sabía hasta hace dos semanas, su rodilla derecha atentaba contra ese cuento de hadas con el que soñaban los fanáticos del suizo. Severin Luthi, su entrenador desde 2007 y uno de los que mejor lo conoce, dio detalles al respecto.
“No estaba haciendo los progresos suficientes con la rodilla. Tiene 41 años y afrontar una exigencia tan grande como la del tenis profesional, con más de 1500 partidos en el circuito, no era posible. Su retiro es una combinación de estos factores”, explicó Luthi al periodista Simon Graf.
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