Alexander Granko Arteaga, responsable de las casas clandestinas de torturas en Caracas, según la ONU

Alexander Granko Arteaga, responsable de las casas clandestinas de torturas en Caracas, según la ONU

Alexander Enrique Granko Arteaga, alias “Barba”

 

En su más reciente informe, la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU identificó con nombre y apellido a siete funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), señalados de ser responsables por las torturas que allí se aplican como parte de la “maquinaria” creada por Nicolás Maduro para reprimir sistemáticamente a la disidencia.

Por Monitoreamos





Los funcionario identificados son: Rafael Antonio Franco Quintero, Hannover Esteban Guerrero Mijares, Alexander Enrique Granko Arteaga, Iván Rafael Hernández Dala, Ronny González Montesinos, Carlos Alberto Calderón Chirinos y Gustavo Enrique González López.

Además, la Misión de la ONU también identificó a otros cuatro funcionarios, dos de la DGCIM y dos del SEBIN, pero que decidió “anonimizar” y reservar sus nombres “debido a las preocupaciones particulares de seguridad, incluido el riesgo de represalias contra las víctimas, los miembros de la familia y otros”.

Alexander Enrique Granko Arteaga

Alexander Enrique Granko Arteaga, alias “Barba”, nació el 25 de marzo de 1981 en Puerto Cabello, estado de Carabobo. En agosto de 1998, tras licenciarse en ciencias, ingresó en la Escuela Básica de la Fuerza Armada Nacional como cadete de primer año y en 1999 ingresó en la Academia Militar de la Guardia Nacional Bolivariana, donde se graduó en el año 2003 entre los primeros de su promoción, “Batalla Mata de La Miel”.

Granko Arteaga trabajó en el Comando Regional 9 en Puerto Ayacucho y en la cárcel del internado judicial de Carúpano, estado Sucre y luego se desempeñó como jefe de contrainteligencia a nivel nacional de la GNB en la Dirección de Inteligencia Militar de la Guardia Nacional.

Posteriormente, fue seleccionado para formar parte de la Guardia de Honor Presidencial de Hugo Chávez, donde formó parte del tercer anillo de seguridad durante tres años y forjó una estrecha amistad con Iván Rafael Hernández Dala, director de la DGCIM.

Durante su desempeño en la Guardia de Honor Presidencial, Granko Arteaga le pidió a Hugo Chávez que lo nombrara oficial de seguridad de una de sus hijas, y él accedió.

Granko Arteaga comenzó su carrera en la DGCIM como capitán y asistente de la “Ayudantía”. Era quien “llevaba la maleta” de Hernández Dala y era el jefe de su escolta.

Por ser un hombre de confianza de Hernández Dala, en 2017 fue nombrado simultáneamente jefe de la Ayudantía General y de la Dirección de Asuntos Especiales (DAE), considerado un “grupo de choque” que no figura en la jerarquía formal de la DGCIM.

Pero su relevancia dentro de la DGCIM aumentó aún más después de la masacre “El Junquito”, donde dirigió la operación en la que resultó muerto el piloto Oscar Pérez junto con al menos otras seis personas el 15 de enero de 2018.

El 1 de julio de 2020 Maduro lo ascendió del grado de Mayor al de Teniente Coronel en la categoría de Oficial de Comando, y el 29 de agosto de 2022, Granko Arteaga fue vuelto a ascender en la DGCIM Boleíta, detentando el cargo de Director de la Dirección del Despacho.

Como jefe de la DAE, Granko Arteaga recibía órdenes directas del director general de la DGCIM, Hernández Dala. Pero también goza de gran cercanía con el propio Maduro, a quien ha reportado directamente.

Casas clandestinas

La Misión de Naciones Unidas también recibió información de que Granko Arteaga está a cargo de los centros de detención clandestinos administrados por la DGCIM en diversas zonas de Caracas y sus alrededores, donde se trasladaba a prisioneros clave para torturarlos y/o extorsionarlos.

En particular, el represor es señalado de estar involucrado en el caso del capitán Rafael Acosta Arévalo. Él, junto a otros detenidos, fueron llevados a una casa clandestina en las afueras de Caracas, ubicada en una zona de bajas temperaturas y vegetación montañosa. En el exterior de los patios de esta casa había un cartel con las iniciales DAE. La Misión ha concluido que Granko Arteaga tiene responsabilidad en la tortura y posterior muerte del Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo, ocurrida en junio de 2019.

En otro caso, Granko es señalado de haber ordenado y participado en detenciones arbitrarias, incluyendo la detención arbitraria de familiares de detenidos. Destaca el caso de la detención del Teniente Primero Franklin Caldera en febrero de 2021, para el que Granko Arteaga viajó a la frontera entre Venezuela y Colombia para llevar a cabo la detención, después de que Franklin Caldera fuera arrestado en Colombia. Tras ser entregado a Granko, lo llevaron a una casa en el sector de La Mariposa, en Caracas, que ha sido descrita como “la casa número 1 de Granko”, donde fue torturado durante 11 días.

En 2019, Granko Arteaga también participó en la detención de varios militares. Tras la detención, los detenidos fueron llevados a una zona boscosa donde fueron desnudados y obligados a caminar descalzos durante varias horas. Los agentes de la DGCIM practicaron otros actos de tortura como asfixiarlos con una bolsa, colgarlos por las muñecas a un árbol y golpearlos con tablas en las nalgas.

Otro grupo de detenidos fue llevado por funcionarios de la DGCIM a una casa clandestina ubicada en una zona boscosa llamada La Mariposa, donde se encontraban Granko Arteaga y otros funcionarios de la DGCIM. Los hombres permanecieron en el lugar durante seis días y al menos uno de ellos fue sometido a actos de tortura y otros maltratos en manos de los funcionarios de la DGCIM.

En el caso de la detención de Ariana Granadillo, documentado por la Misión en su informe de 2020, funcionarios de la DGCIM, armados con rifles y con el rostro cubierto, llegaron a la casa de la familia donde se encontraban Granadillo y sus padres. Fueron detenidos y llevados a una casa clandestina de tres pisos, desde la que se veía una zona montañosa a través de la ventana de la sala. Granadillo y su padre reconocieron que la zona estaba en el Fuerte Tiuna o cerca de este. En esta casa, Granadillo fue torturada por una funcionaria, cuyo alias figura en los archivos de la Misión, e identificó a otro de los funcionarios presentes, que son subordinados de Granko Arteaga dentro de la estructura de la DGCIM.

 

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