Los nuevos objetivos de Putin para acabar con Occidente tras sabotear el gasoducto Nord Stream

Los nuevos objetivos de Putin para acabar con Occidente tras sabotear el gasoducto Nord Stream

Imagen de la gran mancha de gas tras el sabotaje del gasoducto Nord Stream FOTO: SWEDISH COAST GUARD / HANDOUT EFE

 

 

 





El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunciará la anexión de cuatro regiones ucranianas, en las que se celebró un referéndum a punta de rifle y en las que obtuvieron una amplia mayoría. Mientras ponía en marcha su plan, por el que a partir de ahora considerará que cualquier intento de recuperar la zona será considerado como un ataque a territorio ruso, dejaba claro a Occidente que no dudará en utilizar su armamento nuclear si fuera necesario.

Por La Razón

Pero no contento con eso, Putin ha querido seguir haciendo una demostración de fuerza y ha saboteado el gasoducto Nord Stream 1, que suministra gas a Europa desde Rusia. A pesar de que se había restringido el caudal a un 20 por ciento primero y totalmente después para realizar “tareas de mantenimiento”, lo cierto es que no se había reanudado el flujo desde primeros de verano. Pero esta semana se registraron varias explosiones, que han hecho que el gasoducto quede inutilizado para siempre, según dijo el gobierno alemán ayer. De momento, se han detectado cuatro fugas.

El sabotaje es evidente porque la instalación está reforzada y cubierta de hormigón, lo que la hacía casi invulnerable. Esto es un aviso de Putin que, antes de que comience el invierno ya ha advertido a Europa que está dispuesto a todo.

De hecho, los servicios de inteligencia apuntan que el sabotaje de Nord Stream es sólo una advertencia e indican cuales pueden ser los siguientes pasos, que podrían provocar un desastre financiero mundial y Europa no podría contraatacar.

Putin tiene claro que Occidente es vulnerable en dos aspectos: energía y telecomunicaciones. En el primero, podría seguir saboteando instalaciones y dejaría sin flujo de gas a Europa, en un momento en el que se dispara su consumo. En segundo lugar las telecomunicaciones. Si accede a los tubos que protegen los cables submarinos, dejaría sin conexión a todo el continente y provocaría un caos financiero porque a través de ellos se realizan 100.000 millones de transacciones financieras diarias.

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