Carlos Ochoa: Ondas hertzianas y hegemonía comunicacional

Carlos Ochoa: Ondas hertzianas y hegemonía comunicacional

El cierre de emisoras de radio en distintos estados revocándoles los permisos arbitrariamente, incautando los equipos sin fecha de regreso, son señales claras que el autoritarismo le teme a la libertad de expresión, a la opinión crítica, a la exposición de los problemas por los cuales atravesamos los venezolanos, la censura a la información es típica de las dictaduras, mantener a la población desinformada con una sola fuente opinatica, tiene la intención de fortalecer el mono relato de poder, así ocurre en Cuba y Nicaragua, en China y Rusia, son naciones sin prensa libre, en donde se persigue el periodismo independiente que a pesar de todas las limitaciones que les imponen hay ciudadanos que arriesgan todo, hasta la vida por  mantener una ventana objetiva y crítica por los medios digitales alternativos.

Los gobiernos autoritarios son celosos y muy sensibles del ejercicio del periodismo objetivo, porque atentan a ese concepto ideológico, con el cual se identifican los extremos; la hegemonía comunicacional, esto quiere decir que el  relato oficial es el único que se acepta como verdad, Putin con la invasión a Ucrania es un ejemplo, por los medios rusos se difunden falsedades, argumentos, que aspiran convencer principalmente a los propios rusos que Ucrania es parte histórica de una gran Rusia que se ha inventado Putin, cuando la verdad es que  Ucrania es una nación con idioma e historia propios, que al desaparecer la Unión Soviética obtuvo su independencia, las pretensiones de Putin tienen el mayor rechazo en Ucrania y en el mundo occidental democrático, pero ya sabemos que la repetición mil veces de una mentira puede engañar, he escuchado a algunos venezolanos víctimas de esa campaña repetir los argumentos de Putin para justificar la invasión, la mayoría personas de la tercera edad que no se han enterado que el comunismo fracasó y que la actual Rusia es un país capitalista gobernado por un autócrata que ya lleva 20 años en el poder y que aspira morirse en el cargo como Castro, Chávez y ahora Maduro y Ortega en Nicaragua.

Lo cierto es que Maduro se prepara para unas elecciones y no quiere dejar ningún cabo suelto ni cabra fuera del corral, el control de los medios es casi total, la importancia de una hegemonía del espectro radial es vital, pues la radio tiene un poder enorme de penetración en la sociedad, ya que no todos leen o tienen internet para acceder a contenidos de la prensa libre burlando la censura, pero todos tienen radio y se entretienen e informan de lo que acontece en el país y en el mundo a través de las ondas hertzianas, en Venezuela el cierre de emisoras, tiene como objetivo reforzar la necesaria hegemonía comunicacional que implantan las dictaduras para perpetuarse en el poder.





Con todos los poderes del estado en control, incluidos el CNE y la Fuerza Armada, el manejo casi total de los medios de comunicación nacionales y los recursos ilimitados del erario nacional, la candidatura a la reelección de Maduro parte con una ventaja que se percibe inderrotable, ese patrón de opinión repetido día y noche tiene la intención de desmovilizar a la mayoría descontenta y devaluar cualquier opción opositora que se presente.

El enredo en la oposición es mayúsculo, cada grupo hala para su lado y no se atisba humo blanco en el horizonte de sucesos, porque Maduro ha alcanzado la meta, abusando de todo lo que le permite la complicidad de los factores de poder, de dividir lo que se tiene que unir, además hay que reconocerle la paciencia y la estrategia que ha tenido con Guaidó y María Corina, que protegidos por la comunidad internacional y en particular por los Estados Unidos, no se atreve a criminalizarlos judicialmente por temor a quedarse desnudo como Ortega, que no previó una salida posterior para salir sin dignidad pero con vida y libertad de elegir un destino para recalar su triste historia, Maduro es más inteligente de lo que lo que se ha insistido en mostrar, su paso por la Cancillería, la Asamblea Nacional le ha dado una enseñanza vital para cualquier autócrata, siempre hay que mantener abierta una salida para desaparecer graciosamente de la escena como hacen los actores veteranos, no se trata de cobardía o falta de valor, es sentido común, por eso cierra y abre negociaciones, escoge su momento para correr con los que quiere y parece que eso ocurrirá antes de 2024, si observamos como se prepara cerrando emisoras radiales para silenciar, disminuir el poder de opinión de la radio, que no desapareció con la televisión y los medios digitales por una poderosa razón de orden psicológica que está vigente y que ha sido estudiada, las ondas de frecuencia hertzianas tienen una influencia mayor en la mente humana, más poderosa que cualquiera otra, porque penetran por repetición al subconsciente, creando un surco que se convierte en una creencia, un mensaje, que sin importar que sea falso como las promesas del socialismo del siglo XXI de Chávez y Maduro o los argumentos de Putin para justificar la invasión a Ucrania y colocar al mundo al borde de una guerra nuclear, al no tener contraparte son un arma poderosa para manipular a las personas, que se alinean con la frecuencia que se instala en la mente, al no encontrar un contra relato democrático en el dial con la suficiente fuerza para desmontar la mentira.