Siguen los choques violentos entre oficialistas y opositores en ciudad boliviana en huelga

Siguen los choques violentos entre oficialistas y opositores en ciudad boliviana en huelga

 

Grupos de partidarios y detractores del gobierno del izquierdista Luis Arce en Bolivia se enfrentaron este lunes en la ciudad de Santa Cruz en el décimo día de una huelga opositora, culpándose mutuamente de una eventual espiral de violencia.





Desde varias vías que comunican a Santa Cruz, en el este, con el resto del país, oficialistas, comerciantes y choferes marcharon para desbloquear calles y avenidas, pero fueron enfrentados por vecinos que apoyan la huelga, según imágenes difundidas en redes sociales.

Los choques fueron, principalmente, con piedras y petardos, y no hay hasta el momento reporte oficial de heridos o lesionados.

El primer día de huelga, el pasado sábado 22, se la violencia entre bandos dejó un muerto.

Secores de Santa Cruz, locomotora económica de Bolivia y la región más poblada de Bolivia, comenzaron la huelga para exigir al gobierno de Arce adelantar un año un censo de población fijado para 2024.

Los manifestantes exigen que se realice un censo para saber con precisión cuántos habitantes tiene la región y, por lo tanto, acceder a más recursos económicos públicos y ampliar su representación en el parlamento.

Rómulo Calvo, líder del Comité Cívico de Santa Cruz, una organización civil-empresarial, dijo que “el gobierno será responsable de lo que vaya a pasar” por haber movilizado a sus simpatizantes a las calles.

Sindicatos de cocaleros, aliados de Arce, pidieron al gobierno que decrete “un estado de sitio”, una medida que restringe las libertades constitucionales, para frenar el clima de violencia en Santa Cruz, según el dirigente Dieter Mendoza.

Mendoza culpó al líder civil Calvo y al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, “por la zozobra” que se vive en la ciudad.

El gobierno y Santa Cruz han intentado sin resultados una acuerdo para definir una fecha para el censo.

La medida ha afectado la exportación de soya, azúcar y carne, y parcialmente el transporte público y el comercio.

Según el gobierno de Arce, las pérdidas económicas ascienden a 40 millones de dólares diarios.

 

AFP