La historia de la torta Matilda: por qué la llaman el “pastel del diablo”

La historia de la torta Matilda: por qué la llaman el “pastel del diablo”

La “torta Matilda” también es conocida como “torta Bruce” por la escena de la famosa película.

 

 

 





Los fanáticos del chocolate perecen ante este pastel sumamente oscuro. Es una torta potente y ultra chocolatosa, de esas que se comen un sábado o domingo y se recuerdan toda la semana. Tiene un bizcochuelo marrón bien húmedo, con un relleno de crema sedosa y una cobertura a puro chocolate.

Por Clarín

Una torta con estas características no pasa desapercibida. La receta posiblemente existiera desde mucho antes, pero desde 1996, cuando se estrenó la película Matilda (1996), protagonizada por Mara Wilson y dirigida por Danny DeVito, adoptó su nombre, la torta Matilda, también llamada torta Bruce.

La explicación no hace falta para quienes vieron el film, que no olvidarán jamás la famosa escena: el niño Bruce Bogtrotter (interpretado por el actor Jimmy Karz) devora una enorme torta rebosante de chocolate, por mandato de la terrible directora, Agatha Trunchbull (Pan Ferris).

Sus compañeros lo miran atónitos, creyendo que va a vomitar si continúa con el reto de terminar la pieza. Antes de bajar los brazos (o cerrar la boca, en este caso) comienzan a alentarlo coreando su nombre. Eso le da fuerzas y Bruce continúa comiendo el pastel con la mano, incluso hunde su cara en él y lo termina a lengüetazos limpios antes de alzar el plato vacío en señal de victoria.

Si bien esa escena puede se puede tornar, para algunas personas, desagradable, al ver que el pequeño glotón está a punto de explotar con el exceso de cacao, el pastel quedó en la memoria de todos los espectadores. Tanto, que las tortas “mega chocolatosas” desde ese momento llevan el nombre de la película.

Por qué la llaman “Devil’s Food Cake” o “Pastel del diablo”

 

 

“La torta Matilda es una imagen, por eso existen muchísimas versiones, todas ellas inspiradas en el film, pero la receta nunca fue revelada. La que más se asemeja es la Devil’s Food Cake (“Torta del diablo), en la que no puede faltar el buttermilk o suero de leche o manteca, que en países donde no se comercializa como el nuestro, se logra mezclando leche con jugo de limón o vinagre”, explica la chocolatier Sonia Rojas.

Rojas agrega que el espíritu de cualquier torta Matilda es sin dudas su extrema humedad y su color intenso a cacao, con un acabado rústico y casero. Esto último es lo que la hace más irresistible.

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