Abraham Sequeda: Del boticario al farmacéutico

Abraham Sequeda: Del boticario al farmacéutico

En épocas pasadas en Venezuela, tres eran las autoridades que marcaban la vida de la sociedad: el Jefe Civil, que dirigía los asuntos públicos (estructura del Estado, finanzas, orden jurídico y la seguridad a todos); el cura, que era el mediador para sanar el alma, y el boticario, que lo hacía para curar el cuerpo de enfermedades, además de estar siempre accesible a cualquier necesidad de sus conciudadanos, vecinos y pacientes.

Todo transcurría desde el más pequeño poblado con equilibrio para el servicio a la sociedad. El boticario asistía a sus pacientes para curarlos, aliviar su enfermedad o simplemente para escucharlos y tal vez en una oportunidad única para ser comprendidos. Se establecía como una mezcla entre las otras dos figuras de respeto en ese pueblo.

Fue a mediados del siglo XIX, cuando las primeras facultades de farmacia propiamente dichas se establecieron en las ciudades principales del mundo, con un eco esperado en Venezuela que en 1894 se crean las facultades de farmacia otorgando el Título de Doctor en Farmacia; luego en 1904 con el rango de “Escuela de Farmacia” estos estudios quedaban dependiendo ahora de la Facultad de Medicina confiriendo ahora el título de Farmacéutico.





El 7 de julio del año 1928 se promulga la Ley del Ejercicio de la Farmacia (vigente) en Gaceta Oficial número 16.551; siendo en 1941 que el Poder Legislativo otorga nuevamente el rango de Facultad de Farmacia; para esta nueva etapa en Venezuela su primer decano fue el Dr. Félix Lairet en la Universidad Central de Venezuela y el Dr. Enrique Bourgoin en la Universidad de Los Andes.

Aunque bien adentrado los años 1900 todavía se establecía el nombre de boticario en las oficinas de farmacia y quizás hoy en día la categoría de “expendios de medicinas”, trae a la memoria al Boticario, tal vez ahora el farmacéutico no ejerza la influencia de antaño en los asuntos públicos, pero algo es seguro, el farmacéutico siempre en cualquiera de sus roles como docente, investigador, regente, patrocinante, empresario, entre otros, y en fin como ciudadano, está muy pendiente y activo por la salud de la población.