Golazo de los sólidos “canguros” les dio una clasificación histórica a octavos

El defensa australiano #16 Aziz Behich (izq.) hace retroceder al centrocampista danés #11 Andreas Skov Olsen mientras luchan por el balón. (Foto de Paul ELLIS / AFP)

 

Los canguros australianos y los vikingos daneses lucharon en su último encuentro en el Grupo D, para clasificar a octavos de final junto a la poderosa Francia. El partido cerró (1-0), un marcador que permite a los oceánicos hacer historia.

Por Daniel Mendez Chacón | lapatilla.com





Dinamarca se sentía superior y arrancó como una tromba, metiendo en su propio arco a la oncena de Australia, con la intención de aprovechar errores en una zona peligrosa. A los siete minutos un centro cerrado del lateral izquierdo Joakim Mæhle fue contenido por poco sin que el guardameta Mathew Ryan concediera rebote.

El defensa australiano #02 Milos Degenek y el defensa danés #05 Joakim Maehle luchan por el balón2. (Foto de Paul ELLIS / AFP)

 

Sobre los 10 minutos el habilidoso delantero Martin Braithwaite arrastró la marca del central Kye Rowles y le sirvió una buena asistencia a Mathias Jensen, desdoblado como un extremo por la derecha, pero su disparo a la escuadra fue rechazado de nuevo por Ryan. Poco después, otra intentona de Mæhle volvió a exigir al portero rival, quien esta vez dio rebote pero tuvo la fortuna de que Braithwaite no lo pescara.

El delantero australiano #15 Mitchell Duke y el defensa danés #06 Andreas Christensen luchan por el balón. (Foto de NATALIA KOLESNIKOVA / AFP)

 

Por su parte, los atacantes australianos pretendían capitalizar los espacios que dejaban los daneses atrás. Un remate lejano de Riley McGree, pivoteado por el ariete Mitchell Duke fue retenido por los guantes de Kasper Schmeichel.

El guardameta danés #01 Kasper Schmeichel salta para rechazar un centro cerca del centrocampista australiano #14 Riley McGree. (Foto de François-Xavier MARIT / AFP)

 

A la caída de la media hora de juego los europeos bajaron el ritmo y retrasaron un poco las líneas, mientras los oceánicos provocaban errores en la salida de balón contraria. Sin embargo, a los canguros les faltaba un chispazo de creatividad o al menos un cambio de velocidad para generar mayor peligro.

El centrocampista de Australia #13 Aaron Mooy lucha por el balón con el centrocampista de Dinamarca #10 Christian Eriksen. (Foto de NICOLAS TUCAT / AFP)

 

Al cierre del primer tiempo, los vikingos extrañaban una mejor versión de su experimentada estrella, Christian Eriksen, que no se había hecho sentir en la cancha. Rompedores de pase como Aaron Mooy eran responsables de su opacidad.

Poco después de la reanudación del partido, el mediocampista Jackson Irvine tuvo una buena opción de marcar, pero su disparo se fue desviado por poco tras recibir un centro excesivamente fuerte. A continuación, un disparo potente de Andreas Skov Olsen dejó sin aliento a Rowles, quien lo obstaculizó con el abdomen.

El delantero australiano #07 Mathew Leckie dispara para marcar el primer gol de su equipo (Foto de NICOLAS TUCAT / AFP)

 

El director técnico danés Kasper Hjulmand, preocupado por una Túnez que clasificaba con su victoria parcial ante Francia, metió cambios ofensivos para buscar el gol de sus dirigidos. Pero la estrategia que fructificó fue la de Graham Arnold, debido a que un contragolpe solitario de Mathew Leckie, quien le quebró la cintura a un desdibujado Mæhle y se la cruzó a Schmeichel hasta el ángulo inferior más lejano a sus guantes. El golazo de Australia fue ese solicitado chispazo que trastocó las aspiraciones de Dinamarca.

El tanto fue un nocaut para los vikingos, que perdieron lucidez y cayeron en la desesperación, algo que se evidenciaba cuando hasta sus centrales erraban pases sencillos. En varias oportunidades, el gigantesco defensor Harry Souttar y su guardameta Ryan se pusieron la capa de héroes para sostener la ventaja.

El portero de Australia #01 Mathew Ryan sostiene una bandera australiana mientras celebra la victoria. (Foto de Paul ELLIS / AFP)

 

Un remate desviado del lateral Alexander Bah, algún intento de Kasper Dolberg y un cabezazo que acarició el travesaño al final del descuento de Andreas Cornelius fueron las ocasiones más cercanas al empate, que nunca llegó para la decepcionante selección de Dinamarca, invitada en la previa a hacer mucho más en Qatar. Mientras tanto, Australia ratificó su buen momento y está dispuesta a sorprender a su próximo rival en octavos.

Captura: SoccerWay.com

 

Captura: SoccerWay.com