“Puñales por la espalda: el misterio de Glass Onion”, el refinamiento de Agatha Christie para la era de Instagram

“Puñales por la espalda: el misterio de Glass Onion”, el refinamiento de Agatha Christie para la era de Instagram

Cortesía

 

Agatha Christie y la moda siempre han ido de la mano, al menos en el cine. En sus adaptaciones estaban el misterio, la intriga, el juego de adivinanzas, el quién ha matado a quién y por qué, pero nada de todo eso hubiera tenido el efecto deseado en las películas sobre sus novelas sin la sofisticación, sin el estilo asociado a cada uno de sus personajes, sin la turbiedad disfrazada de belleza. Hollywood siempre lo entendió así y cuando las traslaciones de la novelista británica dejaron de estar en boga, entre los años noventa y bien entrada la segunda década de este siglo XXI, su recuperación vino una vez más agarrada a la exquisitez.

Por: El País





En Asesinato en el Orient Express (2017), Kenneth Branagh rescató los repartos de campanillas, el refinamiento en los ambientes y en el vestuario, y el carisma de sus intérpretes con la misma suficiencia de Sidney Lumet en su versión de los años setenta. Y Christie se puso de moda otra vez. Tanto, que uno de los nuevos grandes nombres del cine estadounidense de entretenimiento, Rian Johnson, al que después de dirigir el octavo capítulo de la saga Star Wars, el muy polémico Los últimos jedi, habían apartado del universo galáctico y de los planes de una nueva trilogía, pergeñó un personaje de Christie para los nuevos tiempos: el detective Benoit Blanc, interpretado por el bond Daniel Craig, tan engolado en las formas como el mítico Hercules Poirot. Una actualización, una reinvención de sus intrigas que, partiendo de los postulados básicos de la reina del crimen —intríngulis, inquina, muerte, investigación, distinción—, pareciera escrita por una Christie resucitada y dispuesta a analizar la sustancia de Instagram y la imagen como medida para el triunfo y la fama. Puñales por la espalda, de 2019, costó 40 millones de euros y recaudó 310.

Los whodunits, el término inglés que define el subgénero, con su contracción en una sola palabra de la frase “quién lo ha hecho”, copan de nuevo las pantallas con el reciente estreno de El menú y la confirmación de esta Puñales por la espalda: el misterio de Glass Onion, que llega a Netflix tras pasar brevemente por las salas hace unas semanas. Y aquí, más que nunca, el estilo es la clave. O la suma de estilos de cada uno de los personajes, convocados en una isla griega privada por un excéntrico y asesinable hombre de negocios, en una historia dirigida y escrita en solitario por Johnson.

En realidad, Glass Onion tiene tanto de intriga clásica como de parodia de ese arquetipo. Juega a ambas cosas mientras se ríe de su propio entretenimiento. Y a veces, solo a veces, el invento de Johnson es demasiado barroco. No tanto en los diálogos y las relaciones entre los personajes, la pandilla de amigos más inverosímil que se recuerde, que son las bazas que hacen que la película sea más divertida cuanto más loca se vuelve, pero sí en los detalles detectivescos, de una exageración en su construcción que por momentos dan ganas de abandonar.

Puedes leer la nota completa en El País