Expertos creen que la tensión aumentará en la península coreana en 2023

Expertos creen que la tensión aumentará en la península coreana en 2023

Se dice que Kim Jong-un hizo ejecutar a personas por su elección de música (Imagen: AFP a través de Getty Images)

 

 

 





 

Tras un año en el que Pionyang ha realizado un número récord de pruebas de armas y Seúl y Washington están respondiendo con contundentes acciones militares los expertos dibujan un panorama pesimista en 2023 para la península coreana, donde creen que se incrementará la tensión y las posibilidades de que se produzca un error de cálculo.

“Es poco probable que los norcoreanos opten por la desescalada. Kim Jong-un prometió un ‘ojo por ojo’ y por ello estamos viendo un ciclo de acción-reacción en el que los norcoreanos responden a las demostraciones militares de los aliados”, cuenta a EFE Ankit Panda, investigador del programa de políticas nucleares del Fondo Carnegie para la Paz Internacional.

“El ‘objetivo último’ de todo esto no está para nada claro, pero deberíamos esperar que la tensión siga aumentando hasta que uno de los dos lados se contenga”, añade.

Por su parte, Chad O’Carroll, fundador del medio especializado NK News, espera que continúe la escalada de ese “ojo por ojo”.

“Es decir, cuando Corea del Sur realice ejercicios militares combinados con EE.UU. veremos despliegues militares agresivos por parte de Corea del Norte: ejercicios aéreos, lanzamientos de misiles, ensayos de interceptación de misiles etc”, explica

O’Carroll subraya también que el lanzamiento de un satélite de reconocimiento militar, que Pionyang ha dicho que quiere realizar en torno a abril, seguramente depare sanciones adicionales por parte de Corea del Sur, EE.UU. y otros países, así como el envío de activos estratégicos estadounidenses a la península.

Esto aumentaría aún más la tensión y también podría motivar un test nuclear, ya que, como recuerda O’Carroll, varias de las pruebas atómicas norcoreanas han sucedido como respuesta a sanciones impuestas a Corea del Norte a cuenta de su programa espacial.

“Aparte de eso creo que hay un enorme riesgo de que se produzca un error de cálculo mientras continúe este ciclo del ‘ojo por ojo’. No me sorprendería que en 2023, pongamos, una docena de surcoreanos fallezca, por ejemplo, en un intercambio de fuego o en un incidente de ese tipo”, afirma.

En cuanto a la posibilidad de que el régimen quiera volver a la mesa de negociación, Jenny Town, directora del programa 38 North del Stimson Center de Washington, cree que hay “pocos incentivos” para que eso se produzca.

Town insiste en que algo a tener en cuenta tras la fracasada cumbre de Hanói de 2019 “es que para los norcoreanos hay implícito un enorme riesgo personal al emprender negociaciones. Sobre todo si no es con buenos resultados”.

En ese sentido, recuerda que a personas como Ri Yong-ho, el entonces ministro de Exteriores norcoreano, o a Kim Hyok-chol, exembajador en España y persona encargada de preparar las conversaciones en Hanói, no se las ha vuelto a ver en público.

“Corea del Norte no es como EE.UU. donde puedes decir ‘vayamos a negociar a ver qué pasa’. Además ese es un tipo de actitud que no ayuda a cimentar su confianza en el diálogo. Necesitamos entender eso y que debemos de ser mejores a la hora de enviar señales, de hablar de propuestas y acciones concretas”, concluye.

EFE