Comerciantes aseguran que la “voracidad fiscal” en la zona sur del estado Anzoátegui, los obliga a evaluar la posibilidad de cerrar sus puertas de manera indefinida.
Susana Quijada // Corresponsalía lapatilla.com
Los dueños de comercios y empresas aseguran que tanto los impuestos municipales como los estadales, los mantienen en jaque.
Ramón Quiñones, presidente de la Cámara de Comercio de Simón Rodríguez, dijo que muchos comerciantes están analizando si podrán continuar laborando, cuando inicia un mes en el que se deben cancelar varios impuestos.
Recordó que desde el 1° de enero al 31 de enero es el lapso que tienen para la renovación de la licencia de actividades económicas, lo que obliga a las empresas estar al día en cuanto a tributos municipales y servicios.
“Uno de los que más aumentó este año fue la renovación de permiso de bomberos, que ahora es de 3.5 unidades tributarias estadales por metros cuadrados, monto que es bastante elevado. Tenemos el caso de una empresa que debe cancelar casi 4.000 dólares en el servicio de renovación del permiso de bomberos y todo lo demás que hay que cancelar. Así que todo esto se está evaluando, y nos damos cuenta de lo que significa esa voracidad fiscal“, expresó Quiñones.
El presidente de la Cámara de Comercio, al igual que empresarios consultados en los municipios vecinos como Guanipa y Francisco de Miranda, estiman que la actividad comercial durante el año 2022 tuvo un crecimiento de 5% a 8% en el sur de Anzoátegui.
Diego Cabrera, propietario de un comercio en el municipio Guanipa, dijo que no se cubrieron las expectativas que estaban prevista por parte del sector comercial debido a las fluctuaciones del dólar.
Los comerciantes esperan que para este 2023 la situación pueda mejorar con la apertura de los sectores turísticos y petrolero en la entidad.