Con salarios de hambre y a la espera de una respuesta de reivindicaciones salariales por parte del régimen de Nicolás Maduro, los docentes en Venezuela conmemoran su día y en Táchira continuaron protestando de manera pacífica en las calles.
Luz Dary Depablos // Corresponsalía LaPatilla
Natasha Gómez, una educadora tachirense, debe trabajar más de 16 horas diarias en tres lugares diferentes para poder alimentar a su familia, es el reflejo de la grave crisis económica que padecen miles de maestros en todo el país.
La maestra Gómez, quien labora desde hace 11 años para el gobierno regional, se vio obligada a pedir un cambio en la dirección que estaba, donde asegura se sentía en su segundo hogar, ahora labora medio turno en una escuela, en las tardes pinta uñas y en las noches hasta horas de la madrugada, continúa como mesera en una hamburguesería.
Este ritmo de vida no solo le causa cansancio, sino que no es suficiente para cubrir sus gastos y lamentablemente se ha perdido los mejores años de sus hijas, pues por estar de trabajo en trabajo, no puede compartir con ellas, “de corazón pido que nos ayuden a mejorar ese sueldo que nos alcanza para nada”, manifestó.
Cabe destacar, que desde muy temprano, un grupo de docentes y representantes sindicales se concentraron en la Redoma del Educador de San Cristóbal, con pancartas alusivas a los bajos salarios que perciben, como señal de protesta en la Vuelta al Táchira con motivo de la Feria Internacional de San Sebastián.
Decenas de funcionarios policiales fueron desplegados en la zona donde fueron convocados los maestros, tal como lo había anunciado el gobernador Freddy Bernal, sin embargo, no fue impedimentos para que los educadores mostraran pancartas con mensajes como: “Crearon una Ley del Odio, porque ellos odian al pueblo”, “En Haití un maestro gana 173 dólares, en Venezuela 28 dólares“.
Gerardo Ramírez, representante del gremio de maestros en Táchira, reiteró el llamado a la concetración que se tiene prevista para este lunes a las 9:00 am en las inmediaciones de Dimo La Concordia.