Docenas de jubilados y pensionados del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) no se quedaron callados y frente a las instalaciones de la oficina más grande de la región Los Andes, protestaron y corearon consignas.
Por Anggy Polanco / Corresponsalía La Patilla
Lourdes Ramírez, una jubilada de esta institución recaudadora de Venezuela y presidente de la Asociación de Jubilados del Seniat, declaró que viven una triste historia de jubilados, pues cuando cumplieron su tiempo de servicio, nunca se imaginaron la miseria en que los hundiría el régimen.
“Un gobierno traidor, un gobierno que se olvida que lo primero somos los trabajadores”, aseveró.
La vocera del gremio indicó que hicieron del Seniat una gran empresa del Estado.
“Fuimos los fundadores, constituimos eso que se llamó Seniat, que fue un gran orgullo, porque el Seniat también viene en decadencia. ¡Qué pena!”, exclamó.
Contó que el Seniat ha caído bajo, con historias tristes, en la que algunos funcionarios revestidos de jefes, fiscales y “sinverguenzas” cometen atropellos y barbaridades para limpiar actas que se levantan y que se merecen sanciones, todo con el fin de llenarse los bolsillos con dinero mal habido.
María Victoria Sanabria Villamizar se desempeñó 23 años de servicio y se retiró incapacitada. Hoy día es pensionada con un sueldo de 65 bolívares quincenales.
“Qué compro yo con un sueldo de 65 bolívares, señor presidente”, preguntó Sanabria, quien aseguró que no tiene familia que le ayude desde el extranjero.
“¿Si su mamá fuese una empleada pública e incapacitada como yo, hoy día comería con 65 bolívares?”, cuestionó la pensionada.
Denunciaron que a los jubilados y pensionados del Seniat les quitaron todos los beneficios adquiridos.
Luisa Moreno, otra jubilada del Seniat, contó que debe realizar actividades extras para sobrevivir, y cuando se enferma, debe automedicarse, porque ya no cuentan con seguro de hispitalización.
“El Seniat fue el organismo élite a nivel nacional, fuimos la gallinita de los huevos de oro para todo el mundo. Por eso no nos merecemos un sueldo tan bajo”, refirió.
A pesar de la presencia de algunos funcionarios militares que se pararon en la entrada de la oficina del Seniat de San Cristóbal, así como algunos funcionarios activos del ente recaudador, los adultos mayores y pensionados no detuvieron sus consignas.