El funeral por Tyre Nichols en Memphis se convierte en un clamor por la reforma policial en EEUU

El funeral por Tyre Nichols en Memphis se convierte en un clamor por la reforma policial en EEUU

Una manifestante participa el sábado pasado en Memphis (Tennessee) en una protesta por el asesinato de Tyre Nichols a manos de la policía, con una pancarta que dice “¿Qué hay del resto de los agentes?”.
GERALD HERBERT (AP)

 

Casi una semana después de la difusión del vídeo de la paliza mortal que le dieron cinco policías negros de Memphis a un joven afroamericano indefenso llamado Tyre Nichols, dos agentes y tres bomberos de la ciudad han quedado relegados de sus puestos por sus acciones y omisiones durante la noche de autos. Las autoridades han evitado hasta el momento lo que más temían, una oleada de protestas por todo el país, pero no han conseguido acallar las voces que reclaman un debate demasiadas veces aplazado sobre la reforma policial en Estados Unidos.

Por El País

Este miércoles, primer día del Mes de Historia Negra (Black History Month), la ciudad de Memphis (Tennessee) despidió al muchacho en un funeral a ritmo de música gospel en el que el responso corrió a cargo del reverendo Al Sharpton, personalidad clave de la lucha por los derechos civiles en el último medio siglo. También contó con la asistencia de familiares de otras tristemente célebres víctimas de la policía y de un puñado de políticos, de congresistas a alcaldes, así como de la vicepresidenta Kamala Harris, que llegó junto a un grupo de funcionarios enviados por la Casa Blanca en misión de consuelo.

Harris tomó la palabra a petición de Sharpton para celebrar la “extraordinaria lección” ofrecida estos días por los padres de la víctima. “Cuando una madre da a luz a un hijo solo desea que siga a salvo el resto de su vida”, dijo. “Al hablar de seguridad ciudadana, tenemos que entender lo que significa ese concepto de verdad. Tyre Nichols debería haber estado a salvo de quienes estaban obligados a protegerlo”.

El sepelio se convirtió en un clamor por la reforma policial en Estados Unidos y en una firme exigencia a Washington, donde una ley, promovida, entre otros, por la entonces senadora Kamala Harris, estaba llamada a cambiar las reglas de la violencia uniformada cotidiana en Estados Unidos y languidece desde hace dos años por el bloqueo republicano. “Como vicepresidenta, exijo que el Congreso apruebe la Ley de Justicia y Vigilancia de George Floyd”, afirmó Harris. “Joe Biden la firmará. No podemos admitir más retrasos. No es negociable”.

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