Las peligrosas fallas de Anatolia que convierten a Turquía en un “hervidero de terremotos”

REUTERS

 

 

 





Situada entre dos importantes fallas y exprimida por tres grandes placas tectónicas, Turquía es una de las zonas sismológicas más complejas y activas del mundo.

Por BBC Mundo

Gran parte del país se asienta en la relativamente pequeña placa de Anatolia, que está delimitada al norte por la placa Euroasiática y al sur y este por las placas Africana y Árabe, que comprimen el territorio de Turquía, produciendo devastadores terremotos como los de este lunes.

Solo en 2022, la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía registró más de 22.000 sismos en el país.

Como explica a BBC Mundo la sismóloga Arancha Izquierdo, de la Red Sísmica Nacional de España, este bloque de Anatolia, que tiene forma de cuña, “se encuentra en medio de las otras dos placas que, cuando se desplazan y acercan, lo exprimen y hacen que salga disparado hacia el oeste”.

Las placas forman dos fallas, que es como se denomina en el campo de la geología a las fracturas por las que se deslizan los bloques o placas tectónicas.

La conocida como Falla norte de Anatolia ha sido la más activa en las últimas décadas, produciendo sismos tan devastadores como el que tuvo lugar en Izmit en 1999, de magnitud 7,4 y en el que murieron más de 17.000 personas.

Esta falla, además, ha estado en el punto de mira de los científicos porque atraviesa la región de Estambul, la ciudad más poblada del país y donde un terremoto importante podría tener consecuencias trágicas.

Para seguir leyendo, clic AQUÍ.