El sector del transporte público urbano del estado Táchira acudió la semana pasada a comparecer ante el Consejo Legislativo regional a fin de exponer el motivo del alza de los precios de las tarifas.
Corresponsalía lapatilla.com
Allí aseguraron que el sector se enfrenta a la constante devaluación de la moneda nacional y a la escasez de gasolina, que los obliga a adquirir el combustible en el mercado negro.
Walter Márquez, representante del gremio de transportistas, expresó que cada vez suben más los costos operativos para mantener las unidades, las cuales requieren mantenimientos integrales de sus partes mecánicas, eléctricas y arreglos correctivos.
Por eso en diciembre debieron ajustar el precio anclado en 2.500 pesos colombianos (7 bolívares) en las rutas cortas para evitar que las busetas se deterioren.
Destacó que el transporte público de la entidad ha venido mejorando en los horarios y en operatividad, en comparación a lo que se observó entre 2018 y 2019, cuando este sector se paralizó casi al 100% y las personas tenían que trasladarse en “perreras”.
“Más bien lo que solicitamos es más combustible para tener más unidades en las calles”, expuso Márquez, pues afirmó que varias líneas suburbanas tienen que comprar combustible en el mercado negro para operar.
Por ejemplo, la Línea Rómulo Gallegos, que tiene 100 unidades y solo le equipan 17 unidades, pero deben laborar cerca de 50 unidades a diario para satisfacer la demanda.
Así el gremio de transportistas defendió ante el Clet el aumento del pasaje con sus argumentos.
Por su parte, los diputados del parlamento regional concluyeron designar una comisión para indagar la situación que aqueja al sector transporte y, a su vez, analizar si los tachirenses tienen el poder adquisitivo para pagar este aumento, que fue establecido en diciembre y se quedó estancado desde entonces.