Una publicación en las redes sociales compartida por una madre de Missouri ha provocado una gran cantidad de amabilidad hacia su hijo de 24 años, que tiene síndrome de Down.
Por People
Traducción libre de La Patilla
A principios de este mes, Donna Herter compartió un mensaje en Facebook solicitando a un “joven” que pasara dos horas dos veces al mes con su hijo, Christian Bowers. Ella dijo que le pagaría a la persona $80 cada dos horas.
“Estoy buscando a un hombre joven, de entre 20 y 28 años que quiera ganar algo de dinero extra”, escribió Herter. “Dos días al mes por dos horas, te pago para que seas amigo de mi hijo . Todo lo que tienes que hacer es sentarte con él y jugar videojuegos en su habitación. Nada más”.
“Tiene 24 años y síndrome de Down y no tiene amigos de su edad”, continuó. “No estarás a solas con él, yo o su abuelo estaremos en casa. Obviamente, él no sabrá que te están pagando, pero que estás ahí para él esos 2 días. El pago es de $80 por 2 horas”.
La publicación rápidamente se volvió viral y desde entonces ha obtenido casi 60,000 acciones y más de 26,000 comentarios.
Herter le dijo a KMOV, afiliada de CBS, que recibió una respuesta en gran medida positiva en línea, y muchas personas se ofrecieron a hacerse amigas de Bowers sin ninguna expectativa de pago. Incluso ha recibido ofertas de lugares tan lejanos como Londres y Australia.
Pero el sábado, Bowers recibió una visita sorpresa de miembros de la organización sin fines de lucro STL Youth Sports Outreach de St. Louis .
El fundador Billy Mayhall le dijo a KMOV que la publicación de Herter lo conmovió y llamó a su amigo Derk Brown , quien tiene muchos seguidores en las redes sociales. La pareja reclutó a otros donantes y a Clement Hyundai para que le dieran a Bowers un televisor de pantalla plana de 65 pulgadas, una nueva base para el televisor, una barra de sonido inalámbrica, boletos para el St. Louis Blues y refrigerios para las sesiones de juego.
Herter dijo que Bowers estaba encantado con los regalos y dijo: “¡Es grande! Es como el cielo”. Agregó que nunca esperó tal reacción y se sintió abrumada por la amabilidad de los extraños.
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