La unificación de acciones opositoras solo puede ser bien vista. Porque, contrario a los malos augurios de algunos agentes saboteadores por costumbre, o en busca de algún rédito aparte, se logró avanzar para tener este año la elección que nos permita a los oponentes a Nicolás Maduro y cuanto representa contar con un nombre para enfrentar al régimen del terror electoralmente.
Se necesitó para ello concertar en la Plataforma Unitaria. Que esta decidiera la creación de una Comisión Nacional de Primaria, así como que luego la Comisión, en un tiempo corto, después de dialogar con factores de toda índole, entre ellos partícipes políticos o institucionales de aquí y de allá, decidiera que el 22 de octubre es la elección. Eso significará una motivación nacional que irradiará hasta alcanzar el necesario levantamiento del ánimo electoral tan alicaído o despreciado estos últimos años ante la opresión despótica.
Contar con una fecha, con unos serios, respetables, organizadores y árbitros era el aliciente político que faltaba para que ahora se desplieguen las actividades en los partidos y toda la sociedad en procura de obtener primero un candidato nuestro, que le plantee cara al régimen y luego la renovación en alternancia de los poderes públicos, porque el régimen no cuenta con respaldo que no sea derivado de su control social. Compra de aliados con billete en mano, con comida, o aterrados ante la posibilidad de perder el mísero trabajo, son los elementos que pueden mostrar como un amago de seguidores, Maduro y sus secuaces.
El acto del anuncio de la fecha de elección estuvo muy lucido. Repleto de ciudadanos deseosos de conocer la fecha de primera mano, no cupieron en el recinto de El Hatillo. Animosos. El acto fue breve. Destacó y resonó inocultablemente la entrada, la presencia, de nuestra candidata. Aunque con aplausos y respeto también se saludó la concurrencia de líderes políticos destacados de todos los partidos comprometidos con esta unicidad variopinta. El acto fue breve y cumplió sus fines a cabalidad: tenemos fecha y tendremos un rostro, un ser, que se enfrente al régimen en representación de todos. No es poca cosa.
El presidente de la Comisión de Primaria fue muy explícito en indicar las dificultades que ha habido y habrá. Trabajan en designar comisionados en todos los estados, en incorporar la participación internacional como observadores y garantes -estuvo allí buena parte del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país-; en un plan mínimo de gobierno. A mi parecer y de modo personalismo, considero que la Plataforma Unitaria ha debido y debe generar un pacto conciso pero que represente el sentir de los venezolanos en la unidad. Un acuerdo superior de acción política que reúna las actuaciones actuales y venideras, que sea firmado por todos los líderes actuales en acto público y notorio.
Los ciudadanos venezolanos debemos estar orgullosos de este avance tan significativo que combate así el discurso antipartidos, antipolítico, que se ha tratado de imponer por sobre la necesaria actividad que permita abrir cause a los deseos democráticos, de libertad y reinstitucionalización indispensables para concretar el deceso del despotismo tiránico instaurado en Venezuela. Esto demuestra que unidos somos mejores.