Habla la calle: Ante altos costos, venezolanos prefieren hacer disfraces de sus hijos para Carnaval

Habla la calle: Ante altos costos, venezolanos prefieren hacer disfraces de sus hijos para Carnaval

Una mujer observa disfraces en la vitrina de una tienda, en Caracas (Venezuela). Globos pequeños, abanicos redondos hechos con páginas de revistas y carteles alusivos a la festividad, además de los disfraces, pompones, sombreros y algunos maquillajes en los rostros, pintan la fiesta de colores que contrastan con el monótono color ladrillo en la favela caraqueña de Petare, la barriada más grande de Venezuela, donde el ingenio disfraza, incluso, a la crisis. EFE/ Miguel Gutiérrez

 

Este 20 y 21 de febrero se celebra en todo el territorio nacional las fiestas de Carnaval. Una tradición que tiene como principales protagonistas a los más pequeños de la casa, que aprovechan la oportunidad para disfrazarse de sus personajes favoritos.

lapatilla.com





Al acercarse la fecha los padres salen a recorrer las calles para conocer los precios actuales y estudiar las posibles opciones ante la situación económica que vive el país, producto de las malas políticas del régimen.

En un recorrido que realizó el equipo de LaPatilla por el Bulevar de Sabana Grande pudo apreciar que son pocos los comercios vendiendo disfraces y productos alusivos al Carnaval.

Sin embargo, los que cuentan con esta mercancía los venden desde los 20 y 30 dólares, asimismo, uno de los más “populares” de esta temporada es el traje de Merlina que va entre 26 y 40 dólares. Otras tiendas tienen estos atuendos en más de 30 dólares.

Y es que, desde el mes de diciembre, los vendedores informales ya casi no se aprecian en Sabana Grande.

En este sentido y debido a los precios de los disfraces para este Carnaval, conversamos con algunos padres quiénes dieron su testimonio. “40 dólares, un disfraz moderno, lo que representa una inversión que no se justifica” aseguró un padre.

Además, agregó que si va a disfrazar a su hijo “pero con los que ya tenemos, que han dejado los primos, esa es la forma que vamos hacer este año”. Por otra parte, una madre dijo a las cámaras de LaPatilla “tener otros gastos y que siempre se los hace, pero este año decidió ir a la playa”.

“Con vestidos de ella, de fiesta” señaló otra madre prefiriendo ser ella misma quién haga el disfraz de su hija.

Es evidente como los padres venezolanos se las ingenian ante el alto costo de los disfraces para mantener viva una tradición.