Francisco: del llamado al sacerdocio en la iglesia de Flores a convertirse en el primer Papa jesuita

Francisco: del llamado al sacerdocio en la iglesia de Flores a convertirse en el primer Papa jesuita

Los cardenales en la misa en la Basílica de San Pedro en el Vaticano antes del comienzo del Cónclave donde elegirían al sucesor del Papa Benedicto XVI (Alessandra Benedetti/Corbis vía Getty Images)

 

Los testimonios en primera persona que aquí presentamos son extraídos del documental El camino del ángel una coproducción italo-argentina, autoría de Nunzia Locatelli. Viajamos a Italia, a Portacomaro en Piamonte, para conocer los testimonios de los parientes de Bergoglio. Ingresamos al Vaticano para entrevistar a dos argentinos, testigos privilegiados del cónclave del 12 de marzo de 2013. También ingresamos a la villas la Cárcova, la 31 y 1-11-14 para conocer el testimonio de los curas villeros, que trabajaron incansablemente con Jorge Bergoglio cuando fue arzobispo en la Argentina. Y escuchamos las picardías de sus compañeros del instituto técnico químico que lo conocieron en la adolescencia.

Por infobae.com

Aquí los testimonios:

Sintió el llamado en la iglesia de Flores

“Una vez se me había ocurrido ser cura pero como se ocurre ser ingeniero, ser médico, ser músico… se te ocurre. Estaba haciendo el colegio industrial, yo estudiaba química, y un 21 de septiembre, me acuerdo siempre, salí para ir a pasear con mis compañeros y pasé por la iglesia de Flores. Yo iba a la iglesia de Flores, y ahí entré, se me dio, sentí que tenía que entrar, sabés estas cosas que sentís adentro que no sabés cómo son”. Así contaba el papa Francisco en una entrevista radial en “La 96 Voz de Caacupe´, recopilada en “El camino del Ángel”.

Bergoglio continúo relatando cómo sintió el llamado de su vocación: “Miré, estaba oscurito, una mañana de septiembre, tipo 9 de la mañana, y veo que venía un cura caminando, no lo conocía, no era de la iglesia, y se sentó en uno de los confesionarios, el último confesionario a la izquierda, mirando al altar. Y ahí no sé qué me pasó, sentí como si alguien me agarró de adentro y me llevó al confesionario, no sé qué pasó. Y de ahí sentí que tenía que ser cura, pero no dudé ¿eh?, no dudé…”

Los recuerdos de sus compañeros y una anécdota “milagrosa”

Oscar Crespo, Alberto D´Arezzo, Francisco Spinozo, amigos y compañeros de la secundaria, efusivamente se presentaron para dar su testimonio para el documental y rememoraron anécdotas y ocurrencias de Jorge.

“Hay mucha gente que quizá no lo sepa que actual papa Francisco se recibió con nosotros de técnico químico. No tenía mucho que ver el sacerdocio con la química”, expresó Oscar Crespo, su amigo en la escuela Técnica.

Crespo rememoró aquel día que Jorge Mario le dijo que iba a ser cura: “La verdad es que yo voy a terminar la carrera con ustedes, me voy a recibir de químico, pero te quiero comentar que en realidad mi vocación va para otro lado, yo creo que voy a tomar la decisión de transformarme en sacerdote. No lo tengo cien por ciento decidido, pero lo estoy pensando seriamente y, es más, hasta voy a ser jesuita. Porque mi vocación va a ser estar trabajando con la gente muy pobre, visitar las villas, ir al interior del país, y volcarme decididamente a ayudar y evangelizar a su vez como lo hicieron nuestros predecesores en el siglo XVIII”.

Francisco Spinoso contó una divertidísima anécdota de cuando Regina Sívori, la mamá de Jorge Bergoglio, comentó qué iba a dejar de herencia. “La madre le decía a cada uno de sus hijo qué les iba a dejar. Al gordo tal cosa, a María Elena tal cosa… ‘Y a vos (Jorge) no te dejo nada, vos te vas a rebuscar porque vas a ser cura…’”. Los tres amigos se rieron al rememorar ese episodio.

Por su parte Alberto D´Arezzo recordó un hecho al que llamó “milagroso” y que tiene como protagonista al entonces sacerdote Bergoglio. Cierto día cuando se reunieron los tres amigos junto a Jorge a tomar un café. Arezzo estaba muy preocupado porque uno de sus nietos, Tomi, estaba internado. Le pidió a Bergoglio que le escribiera algo en una estampita, de San Expedito: “Que se cure Tomi, que se mejore”. Y reveló: “Llego con la estampita y le digo a mi hijo: ‘Ponésela delante de la cunita’. Más tarde, me llama de la clínica y me dice: ‘¡Papá, Tomi dio un vuelco que ni los médicos pueden creer lo que ha sucedido!’. Se lo comenté a Jorge y él dice: ‘Yo no hice nada’. Este hombre trasmite algo que está en el aire y no lo vemos ninguno de nosotros. Fue una cosa realmente milagrosa”.

Inesperadamente a los dos días de esta entrevista, el papa Francisco anoticiado de que sus amigos fueron a dar su testimonio para el documental llamó a una de las autoras de esta nota , Nunzia Locatelli, presentándose directamente sin ningún secretario para invitarla a una misa a Santa Marta.

“Daré mi vida por los curas villeros”

La convicción que tenía Jorge Mario Bergoglio a los 18 años se vio reflejada en el trabajo que hizo con los curas villeros que realizó de manera silenciosa, y se vio interrumpido por aquel viaje a Roma en 2013 para elegir al nuevo Papa.

“Los curas de las villas hicimos un documento que se llamó La droga en las Villas despenalizada de hecho. (…) Mostrábamos cómo los barrios nuestros vivían una suerte de despenalización y de legalización (….), este documento lo mostramos a nuestro obispo Jorge que le pareció muy bueno y lo dimos a conocer. Me amenazaron a mí quizás porque del equipo de los curas de las villas me tocó leerlo y explicarlo en público. Bergoglio lo hizo público en una misa en plaza de mayo y dijo: ‘Uno de los sacerdotes firmantes de este comunicado fue amenazado’”, recordó el padre Pepe.

El sacerdote afirma que nunca se va a olvidar que Bergoglio le dijo: “Si tiene que morir alguien por esto prefiero ser yo y que ustedes puedan seguir trabajando en las villas.”

Bergoglio siempre fue coherente en cuanto a sus convicciones, las que tuvo desde un principio las mantiene hoy siendo papa.

Cónclave: entró como Jorge y salió como Francisco

Monseñor Guillermo Karcher, en 2013 era maestro de ceremonia de la Oficina de Protocolo de la Secretaria de Estado. El religioso es un coterráneo argentino y cuando el papa Francisco salió a presentarse por primera al mundo él le sostuvo el micrófono y vivió de muy cerca el cónclave y la elección.

-¿Cómo fue la cotidianidad de los días del cónclave?

-Estábamos en la capilla Sixtina, arreglábamos los papeles, llevábamos vasos de agua, se servía. No se sabía cuánto iba a durar cada sesión. Cuando se abrían las puertas era porque ya habían votado, volvíamos a acomodar todo, siempre a la espera de la votación que tenía que dar a la iglesia y al mundo el papa, el obispo de Roma. Yo me encontraba allí justamente para servir a todos, miraba a mi cardenal, pero más allá de eso tuve un momento así de intuición, de gran experiencia mística, que me indicó unos minutos antes que podía ser Bergoglio el papa.

-¿Nos puede contar esta experiencia fuera de lo común que tuvo?

-Estábamos rezando el rosario, nosotros los ceremonieros. En una de estas vueltas del rosario vi a la Virgen, a la Virgen Desatanutos de quien es devoto Bergoglio y que la llevó a Buenos Aires. Yo antes no era devoto, ahora sí. Quizás le rezaba a la Virgen de Luján, otras advocaciones que conozco, pero esta visión fue muy fuerte, porque en el momento en que apareció la Virgen, y yo percibí su presencia, me aflojé, dejé el rosario y les dije a mis colegas: “Voy a rezar por mi cardenal, porque era muy directo el mensaje”. Yo creo que fue una señal, porque en este momento se estaba desatando un nudo muy importante.

Después de unos minutos el colegio cardenalicio eligió a Jorge Mario Bergoglio como el papa 266 de la historia de la Iglesia.

En el Vaticano también entrevistamos al Cardenal argentino Leonardo Sandri quien también fuera uno de los candidatos a papa. Durante el cónclave de 2013 ocupaba el cargo Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales.

-¿Qué recuerda del cónclave de 2013?

-El 28 de febrero de 2013 con la renuncia de papa Benedicto XVI quedó la sede vacante, no había más papa, y fue necesario activar los instrumentos establecidos para la elección del nuevo pontífice. Cada uno de los cardenales de estas congregaciones generales dijo lo que pensaba, veía ,creía sobre cómo era el momento actual de la iglesia y cómo tenía que ser el nuevo perfil del pastor, que tenía que guiar la iglesia en un momento no fácil.

Respecto a la personalidad del papa Francisco expresó: “Creo que el Señor le ha dado una súper energía, entonces pienso que él en este momento está dando a mucha gente una gota de esperanza, una gota de alegría, de serenidad.”

La primera camiseta de Bergoglio como papa.

Cuando Bergoglio fue recién elegido papa, José María del Corral, director Mundial de Scholas Occurrentes y colaborador argentino, tomó el primer avión con destino a Roma.

Recuerda con emoción ese día histórico: “Me fui para allá, así como estaba sin mucho protocolo ni vestimenta correcta. Vi en un primer negocio romano la primera remera con la imagen del nuevo papa, la compré y me fui a Santa Marta. Llego al lugar, ya con los guardias mirándome con cara extraña, y apenas entro se abre la puerta del ascensor y sale el papa Francisco. Nos miramos, no entendía por supuesto lo que hacía yo allí, nos abrazamos, lloramos, me empecé a abrir la camisa y el papa que me dice: “¡Ese soy yo!”. “Sí, sí -le dije- es la primera camiseta tuya”.

La remera mostraba una imagen de Francisco y tenía una leyenda: “Vengo del fin del mundo”.

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