Desde la Asamblea Nacional electa en 2015, Guaidó asumió con valentía y seguridad el mandato del 233 constitucional y eso a su vez significó un mandato del pueblo venezolano. En ese contexto y en su condición de presidente encargado de Venezuela, con base en la carta magna, su misión se orientó a dos elementos fundamentales: 1. La defensa de los activos, lo cual hizo de manera acertada. Tenemos como ejemplo a Citgo, filial de Pdvsa en suelo estadounidense, una empresa que estaba al borde de ser vendida y que actualmente está en una muchísima mejor condición. 2. El mandato de la búsqueda del cambio político por medio de la vía electoral. Un largo camino, un largo tránsito lleno de escollos, porque está en contraposición a un sistema que se maneja en la oscuridad, bajo el yugo de la represión, la violación de los derechos humanos, el terrorismo, del financiamiento del narcotráfico, etc., por lo que despejar esos poderes públicos para ir a una vía electoral ha sido, es y será una tarea ardua y dura, pero en la que nosotros hemos avanzado.
Guaidó desde la presidencia de la Asamblea Nacional 2015, sin otras armas que no fueran su convicción en los valores democráticos y la libertad del pueblo venezolano, supo enfrentar el poder, no solo el de Nicolás Maduro sino el de los poderes públicos que están secuestrados por este antisistema. Y él enfrentó todo eso y arrinconó a Maduro en el concierto internacional, lo cual nadie puede negar.
Su valentía está demostrada en el hecho de haberse quedado en el país, como lo hacen los auténticos líderes. Esto se entiende perfectamente al ser testigos, como todos los venezolanos, de la persecución sistemática de este régimen a los liderazgos políticos y sociales, una dictadura que provocó una crisis humanitaria compleja, que dio pie a que más de siete millones de venezolanos migraran a otras naciones.
Si Guaidó desde una modesta curul de la presidencia de la Asamblea Nacional pudo arrinconar a Nicolás Maduro, cuando él sea empoderado por la fuerza de la mayoría de los ciudadanos, fuerza de dentro y fuera del país, fuerza que está representada en el voto, va a continuar esa misión que la providencia le ha impuesto en forma de deber, para concretar el cambio político. Y también va a concluir el camino del restablecimiento de los valores de los derechos y las obligaciones del hombre.
Guaidó sigue y seguirá en Venezuela para cumplir el juramento que hizo ante el pueblo de Caracas el 23 de enero de 2019. Puedo dar fe que él no ha renunciado ni renunciará a ese juramento.
…………………………………………..
Vendrá luego un nuevo pacto social, una nueva democracia nacida de las cenizas de la mayor crisis humanitaria que se ha vivido en la historia republicana de Venezuela.
Este proceso va a cerrar un ciclo en la elección primaria, proceso que integra en sus candidatos el liderazgo del sector democrático, que es el sector de la libertad.
Eso sí, algo cambiará y para bien. De un gobierno de cuatro surgido en el seno del parlamento, que produjo una ampliación a 10 en la Plataforma Unitaria, siguió dejando afuera a una serie de partidos que pretendieron ser invisibilizados y olvidados por cúpulas partidistas, pero el liderazgo de Guaidó los ha tenido siempre muy presentes.
Una de las expresiones de ello ha sido la de una líder social importante, Haydée Deutsche, presidenta del Partido Liberal, organización que fue la primera que de manera pública manifestó su más absoluto respaldo y la necesidad de que Guaidó continúe con el proceso que inició, proceso que solo sufrió una pausa, pero que junto a nosotros va a continuar.
Cuando hablo de esos pasos que se iniciaron en la Asamblea Nacional 2015 y de la composición de la Plataforma Unitaria, hay que señalar que el ciclo va a culminar con el nacimiento de un cuadro de líderes que están llamados a conducir la transición y la reconstrucción de nuestro país. En la elección primaria no habrá perdedores, porque estamos conscientes que Guaidó va a ser el llamado por el pueblo venezolano, por lo que el resto de los líderes también serán protagonistas y van a estar empoderados para actuar en la transición y la reconstrucción de la nación.
Voluntad Popular, el partido en que Guaidó ha hecho su vida política, como miembro fundador, junto a Leopoldo López y este servidor, entre otros, hace pocas horas anunció que él es su abanderado a la elección primaria. Esto es el resultado de una declaración de reconocimiento por parte del máximo organismo de la organización política, que refleja la palpitante expresión de los principales líderes de las regiones en un sistema federal de elección, más la Dirección Nacional de la tolda naranja, más los cargos eleccionarios como son los de los diputados de la Asamblea Nacional de 2015, quienes por aclamación reconocieron la labor realizada por Guaidó en el sostenimiento del único hilo que mantuvo a salvo la representación de la democracia de nuestro país, que ahora con el empoderamiento ciudadano vamos a continuar con este proceso para el cambio político por la vía electoral.
Guaidó seguirá luchando y trabajando ahora con más ahinco. Cuenta con un decidido apoyo nacional y el reconocimiento internacional como un gran líder de la oposición venezolana. Y no puede ser de otra manera, porque es el único que ha sido efectivo en arrinconar a Maduro y será el llamado a desalojarlo de Miraflores, con el poder ciudadano a su lado.
Dr. Rafael Veloz García, diputado a la Asamblea Nacional y al Parlasur electo en 2015; expresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA); miembro de la dirección nacional de Voluntad Popular, VP.