Washington reaviva el debate sobre si debe convertirse en un Estado

Washington reaviva el debate sobre si debe convertirse en un Estado

Manifestación en favor de la estadidad de Washington DC este miércoles ante el Capitolio
MARIAM ZUHAIB (AP)

 

Washington, la capital de Estados Unidos, “no es una ciudad”, defendía la semana pasada la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. Tampoco es un Estado, recordaba, en una de sus ruedas de prensa diarias. El peculiar estatus de la capital estadounidense, un distrito federal sin derecho a voto en el Congreso, siempre ha estado sujeto a polémica y a las reivindicaciones de sus habitantes para que se le conceda el estatus de Estado. Pero esta semana una votación en el Senado que ha tumbado por blanda una modesta ley municipal sobre criminalidad ha abierto un avispero político en el que se mezclan no solo el derecho a la autodeterminación de la capital, sino también la discriminación racial y el cómo luchar contra la delincuencia.

Por El País 





El Senado votó este miércoles, con una amplia mayoría de republicanos y demócratas (81 contra 14) a favor de anular la reforma del anticuado Código Penal del distrito que la Junta Municipal de Washington había aprobado en noviembre casi por unanimidad, y que rebajaba las penas por algunos delitos, como los robos de automóviles. Es la primera vez en 30 años en que el Congreso utiliza la prerrogativa que le permite anular una ley local de la capital. El apoyo demócrata a esa propuesta presentada por los republicanos marca, además, un giro en el tradicional respaldo de ese partido a su posición de que el Distrito de Columbia se convierta en Estado.

Detrás de esta decisión se encuentra una preocupación creciente por los índices de delincuencia violenta, que han crecido en todo el país desde el comienzo de la pandemia. En Washington, según los datos de la policía local, la delincuencia violenta actual ha crecido un 8% con respecto al mismo punto del año pasado; los homicidios, un 33%, y los robos de vehículos, un 108%. La propia alcaldesa, Muriel Bowser, vetó la reforma en enero: “Cada vez que se presenta una medida que reduce las penas de prisión se envía el mensaje equivocado”, declaraba entonces.

Antes de la votación, el líder de la oposición republicana en el Senado, Mitch McConnell, había declarado: “Estamos hablando de nuestra capital, pero los políticos locales han dejado que sus calles se conviertan en un peligro y en una vergüenza”.

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