Gerardo Lucas: Del Banco Latino al Silicon Valley Bank

Gerardo Lucas: Del Banco Latino al Silicon Valley Bank

El Silicon Valley Bank de California fue intervenido por las autoridades norteamericanas el pasado viernes después de sufrir una corrida bancaria sobre sus fondos. A muchos venezolanos esta circunstancia nos recuerda el nefasto episodio ocurrido con el desplome del Banco Latino y las cuatro olas de cierres bancarios que le sucedieron. 

Queremos aprovechar el desarrollo, en vivo, de los acontecimientos en Estados Unidos, para comparar la acción pública norteamericana con la que en su momento, tomaron las autoridades en Venezuela, a partir de 1994, durante el gobierno de Ramón J. Velázquez (junio1993-febrero1994), y el de Rafael Caldera, que heredó, muy a su pesar, la debacle.

El Silicon Valley Bank es el décimo sexto banco en importancia en Estados Unidos con activos superiores a los 209.000 millones de dólares. Es poco conocido fuera del estado de California, aunque tiene filiales en muchos de los principales países del mundo.

El Grupo Banco Latino, por su parte, para 1993 era el segundo grupo bancario del país, después del Grupo Banco Provincial. El Latino vivió un vertiginoso crecimiento luego de que su presidente, Pedro Tinoco, fuera nombrado presidente del Banco Central, en un acto del más grave conflicto de intereses auspiciado por el Presidente Carlos Andrés Pérez. El banco ascendió de un cuarto lugar en depósitos, al segundo lugar, ofreciendo las más altas tasas de interés del mercado, 20% superiores a la tasa promedio, gracias al período de liberación de las tasas de intereses que implementó Tinoco con el visto bueno del Fondo Monetario Internacional. También contribuyó con la expansión del Latino, la adquisición de participaciones en otros bancos, como el Banco de Maracaibo, y la administración de Fideicomisos de los Trabajadores. Así pues, que ese auge no se debió al crecimiento de los depósitos del sector público, como generalmente suponía la gente.

Si seguimos los acontecimientos tras la quiebra del Silicon Valley Bank, y los comparamos con la saga del Latino, lo primero que salta a la vista es que en el caso del primero, el gobierno toma el control del banco horas después de haber comenzado la corrida bancaria, en medio de la misma jornada del viernes 10 de marzo, paralizando las actividades y reemplazando a la Directiva.

En el caso del Banco Latino, la actuación fue diferente. En las palabras de Ruth de Krivoy, entonces presidente el Banco Central de Venezuela, tal como lo relata en su libro The Collapse (2000): 

La corrida sobre los bancos y el bolívar comenzó en noviembre, era peor a lo esperado. Durante las cuatro semanas antes de la elección, la salida de capitales privados alcanzó los 1,8 mil millones de dólares, en el pico las perdidas alcanzaron 170 millones de dólares diarios (…) Los préstamos del BCV al Latino se incrementaban a diario, para finales de noviembre le debía 18 billones de bolívares, (172 millones de dólares), equivalente al 12 % de los depósitos. (The Collapse p. 84)

Los auxilios del Banco Central al Latino comenzaron en octubre de 1992, habiendo dejado intacta la misma Directiva, con 9.577 millones de bolívares y continuaron hasta su intervención el 13 de enero de 1993, alcanzando, tres meses después de la corrida, los 26.000 millones de bolívares, además de FOGADE que le tenía depositado 17.000 millones de bolívares. 

Como vemos los contrastes son significativos, a pesar de las diferentes circunstancias. El gobierno americano actuó a pocas horas de iniciarse la corrida bancaria y removió la Directiva del banco. Mientras que en Venezuela, la intervención se produjo tres meses después de iniciarse la corrida, luego de auxiliar al banco en cantidades muy superiores a su capital, sin deponer a los administradores de la Directiva.


Gerardo Lucas es Economista e historiador. Master en Finanzas Universidad de Illinois

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