El banco Credit Suisse enfrenta un fin de semana crucial

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El banco Credit Suisse, una de las 30 entidades financieras más importantes a nivel global, se enfrenta a un fin de semana crucial para intentar restaurar la confianza de los inversores antes de la apertura de los mercados el lunes y evitar así otra semana negra.

Este fin de semana están previstas varias reuniones de crisis, tanto conversaciones internas en Credit Suisse, como discusiones de los reguladores del sector bancario e incluso del Consejo Federal, dada la talla y la importancia de esta entidad para la economía suiza.





El viernes, el diario británico Financial Times indicó en base a varias fuentes anónimas que UBS, el mayor banco suizo, estaba en conversaciones para una compra parcial o total de su rival con el beneplácito de las autoridades de regulación helvéticas.

El banco central suizo desea “una solución simple y directa antes de que los mercados abran el lunes”, afirma al diario una de estas fuentes, que reconoce que no existe “ninguna garantía” de éxito.

El grupo CH Media señaló que “será decisivo lo que haga el consejo de administración de UBS”.

Ni Credit Suisse ni el banco central suizo comentaron la información con la AFP. UBS y el regulador financiero suizo Finma no respondieron de inmediato.

Pero el coste actual del banco no es desorbitado.

Tras una semana negra que llevó a la intervención del banco central con una línea de liquidez de 53.700 millones de dólares, su valor bursátil era de alrededor de 8.700 millones de dólares en el cierre del viernes.

Sin embargo, una adquisición de esta talla es compleja, sobre todo si hay urgencia.

Y la desconfianza hacia la entidad es elevada a pesar de que los dos reguladores suizos destacaron en medio de la tormenta que el banco cumple “las exigencias en materia de capital y de liquidez”.

Prueba de ello es el aumento de los precios de los instrumentos de cobertura ante impagos o quiebras del banco, las llamadas permutas de incumplimiento crediticio (CDS por sus siglas en inglés).

– ¿Compra de qué? –

La entidad vivió dos años repletos de escándalos, que han revelado “debilidades sustanciales” en su “control interno” según reconoció el propio banco esta semana.

En 2022, Credit Suisse encajó una pérdida neta de 7.300 millones de francos suizos (7.900 millones de dólares) en un contexto de retirada masiva de dinero de sus clientes. Y para este año prevé todavía pérdidas “sustanciales”.

“Es un banco que parece que nunca ha podido poner su casa en orden”, dijo Chris Beauchamp, analista en IG en un comentario bursátil esta semana.

En cuanto a UBS, lleva varios años enderezándose tras rozar la catástrofe con la crisis financiera de 2008 y no está claro que quiera pasar por una nueva reestructuración ahora que empieza a recoger los frutos de su esfuerzo.

Otro obstáculo puede ser la autoridad de la competencia suiza que puede ver problemática la fusión de ambas entidades dada su posición dominante en el mercado.

Los analistas consideran que la rama helvética de Credit Suisse podría escindirse o entrar separadamente a bolsa para evitar despidos y cierres masivos en Suiza ante la duplicación de actividades entre ambos grupos.

De este modo, UBS u otro pretendiente se quedaría solo la gestión de fondos y fortunas del banco, indica el FT.

Otras opciones apuntadas por analistas son la venta de la actividad de correduría o, según JP Morgan, “cerrar completamente” la banca de inversión.

A finales de octubre, Credit Suisse presentó un enorme plan de reestructuración que contemplaba la supresión de 9.000 empleos hasta 2025, lo que supone un 17% de sus efectivos.

La entidad, con una plantilla de 52.000 personas a finales de octubre, quería centrarse en actividades más estables y transformar radicalmente su banca de negocios.

AFP