¡PELIGRO!: Alertan sobre la gravedad de la venta de medicinas ilegales en Venezuela

La venta de medicinas sin la autorización del Ministerio de Salud es una practica delictiva en el país, sancionada con multas de hasta 370 unidades tributarias e incluso siete años de cárcel.

Por Diario 2001





En Venezuela se reportó un aumento significativo del mercado ilícito de medicinas, ya sea por contrabando o “supuestos emprendimientos”.

Juan Carlos Batista, farmacéutico, señaló a 2001 que actualmente el negocio de medicamentos es muy grande, debido a que hay bodegas que incluso distribuyen fármacos sin tener conocimiento que es ilegal.

“La ley establece que solo las farmacias están autorizadas para vender medicinas, sin importar que tipo sea.

Cualquier local que las oferte incumple las leyes”, explico el consultado.

Expresa que estos lugares sin permiso no cuentan con los instrumentos necesarios para la conservación de los fármacos. Esto puede causar que el producto se dañe y al consumirse tenga ciertos efectos negativos.

“Los medicamentos deben estar guardado en neveras especiales, sin mucho contacto al sol y zonas limpias”, agregó.

Resalta que algunos compran grandes cantidades de pastillas y las venden al detal. Otros contrabandean medicinas del extranjero que no están autorizadas por el Ministerio de Salud, esto se da con más frecuencia en la frontera, según Batista.

Sanciones por venta de medicinas

La Ley de Medicamentos señala, en su artículo 75, que las personas que distribuyan medicamentos sin autorización serán sancionadas con multas que oscilen entre 185 unidades tributarias (U.T.) y 370 U.T.

Toda farmacia deberá estar legalmente autorizada para su funcionamiento ante el Ministerio de Salud y Desarrollo Social.

El abogado Javier Tovar refiere que si el responsable se hace pasar por doctor o farmacéutico se le acusa del delito de usurpación de funciones. La sentencia puede ser de hasta seis meses.

Si se trata de un profesional, la pena puede ser de seis años y pierde el derecho a ejercer su carrera. Si el estado de salud de una persona empeora o muere por ingerir dicho medicamento, la pena máxima es de 7 años y se le acusa de homicidio culposo.