El calvario de un niño de ocho años violado y prendido fuego por un jovencito de 13 en Texas

El calvario de un niño de ocho años violado y prendido fuego por un jovencito de 13 en Texas

Con una voz frágil y haciendo un esfuerzo sobrehumano, Middleton nombró a Donald Collins como su violador y torturador, poco antes de que falleciera, a los 21 años, en 2011 (Facebook familia Middleton)

 

 

 

Robbie Middleton sufrió quemaduras en todo el cuerpo. Según los médicos tuvo escoriaciones en el 99% de su piel. El chico no podía hablar y luchó durante 13 años contra un cáncer de piel que se le produjo tras el ataque. Postrado en la cama del hospital en su mente sabía quién lo había hecho. La Justicia buscaba al culpable del hecho ocurrido en 1998, pero no había pruebas y el único testigo permanecía internado.

Por Infobae

Finalmente, el ya joven antes de morir pudo dar el nombre de su atacante y el caso llegó a los tribunales. En una de las audiencias ante el juez y el jurado se mostró un video en el que Robbie nombró al adolescente que lo violó y luego le prendió fuego en un intento de encubrir su propio crimen.

Confesión en video

Con una voz frágil y haciendo un esfuerzo sobrehumano, Middleton nombró a Donald Collins como su violador y torturador, poco antes de que falleciera, a los 21 años, en 2011.

Según la crónica del Houston Chronicle de esa jornada del juicio, en el video Robbie relataba: “Don me agarró, me dio la vuelta y me tiró nafta en la cara”.

El chico desde la cama del hospital y titubeando por el recuerdo, dijo que estaba cegado por el combustible que le había entrado en los ojos, pero cuando se dio cuenta de que estaba en llamas, comenzó a correr desde el sendero del bosque de regreso a casa.

 

Una imagen del chico ya con las quemaduras durante unos festejos de Navidad en Texas (Facebook familia Middleton)

 

“Estaba corriendo tan rápido como podía, pero no podía ver hacia dónde iba”, explicaba Robbie, mientras contó que todo lo que sentía era “un dolor horrible y que no podía parar de gritar”.

El entrevistador, el abogado Craig Sico, le preguntó a Robbie, de 21 años, si Collins lo agredió sexualmente. Robbie respondió que dos semanas antes de que lo quemara vivo, Collins “me llevó al mismo bosque. Me bajó la ropa y me violó”.

Durante el video de 27 minutos emitido en los Tribunales, Robbie también revela que mientras estaba en llamas, creía que también escuchó la voz de un adulto que estaba hablando con Donald. Sin embargo nunca pudieron probar la presencia de otra persona en la escena del crimen.

La familia de Robbie siempre creyó que un adulto también estuvo involucrado en el ataque. “Creo absolutamente que había otra persona en el camino. Pero Collins nunca dirá quién fue. Y es por eso que no siento pena por él”, dijo la mamá del joven quemado.

El calvario de Robbie

Robbie sucumbió al cáncer, que se cree que fue causado por las horribles quemaduras que sufrió 13 años antes. Un médico forense dictaminó que su muerte fue un homicidio.

 

El equipo de defensa agregó que no hubo testigos del ataque y afirmó que los fiscales estaban jugando con las emociones del jurado (Tribunales de Justicia de Texas)

 

El 28 de junio de 1998 fue un día de calor abrasador en Splendora, Texas. No había nubes y el sol pegaba de lleno en las calles con pocos árboles de la pequeña localidad del sur de Estados Unidos. Era pleno verano en el hemisferio norte y los chicos disfrutaban de sus vacaciones.

Robbie se despertó emocionado porque era el día de su cumpleaños número 8. Usó parte del dinero de los regalos para comprar fuegos artificiales y luego planeó andar en bici por el bosque en la parte trasera de su casa.

A Robbie le habían regalado una carpa para su cumpleaños y su madre, Colleen, la había instalado en el jardín trasero para que Robbie y su amigo pudieran tener una fiesta de pijamas. “Fue realmente, verdaderamente uno de los días más felices de su vida. Realmente amaba el día de su cumpleaños”, recordó la mujer

El nene había salido con su bicicleta en un suburbio del pueblo de Splendora, perteneciente al estado de Texas. Era una ciudad tranquila y su mamá había dejado que el chico pedaleara por las calles en la que pasaban muy pocos autos. Entonces, Middleton se acercó a una zona boscosa en los límites de su barrio y allí se topó con su atacante.

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