Vladimiro Mujica: Los peligrosos senderos del alter ego

Vladimiro Mujica: Los peligrosos senderos del alter ego

Llega a mis manos una alucinante pieza de lectura, que puede tener profundas y nefastas implicaciones para el destino de los activos de los venezolanos en el exterior, especialmente todo lo relacionado con CITGO y PDVSA. Se trata del fallo de la Corte del Distrito de Delaware, presidida por el juez Leonard Stark (Alter Ego PDVSA/República de Venezuela ), que en sus 61 páginas  reúne los alegatos presentados ante el tribunal por un conjunto de cuatro acreedores de PDVSA y CITGO, y su decisión al respecto. Lo que muchos venezolanos no terminan de entender, porque parece un argumento metafísico más que legal, es que originalmente esos acreedores lo eran de la República de Venezuela, y que ahora pretenden que sean las compañías petroleras venezolanas en los Estados Unidos las que salden esa deuda a través de la figura legal del alter ego.

El término alter ego, de raíces latinas y griegas, y cuyo uso se atribuye a expresiones primero empleadas por Pitágoras y luego Séneca y Cicerón, terminó por emplearse coloquialmente como el otro yo, para referirse a un amigo o entidad muy cercana. En la literatura se la asocia especialmente a la novela de Stevenson, El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hide, en otro contexto a la obra de Wilde El retrato de Dorian Gray, y más cercano a nuestras tierras en El otro yo del Dr. Merengue,  un personaje creado por el dibujante, humorista y editor argentino Guillermo “Willy” Divito. Pero estas referencias etimológicas y literarias, solamente sirven, en nuestro caso, para establecer un marco de referencia cultural sobre el uso legal del término, especialmente en el sistema judicial norteamericano. En el caso que nos concierne la corte concluye que no hay separación real en administración, funciones y objetivos entre PDVSA y la República de Venezuela, y que, en consecuencia PDVSA es el alter ego de la República, de modo que los acreedores de la República pueden requerir de PDVSA el pago de la deudas incurridas, los costos legales y las demandas por compensación que están regularmente involucradas en estos juicios. Dicho en cristiano puro y simple: los acreedores de la República van a por PDVSA y CITGO, corporación ésta se argumenta como propiedad de PDVSA, y en consecuencia otro alter ego de la República.

Cabe preguntarse: ¿Cómo se originó esta situación de indefensión de nuestra principal industria? ¿Recuerdan la conducta arrogante, violatoria de convenios internacionales, de expropiar bienes y compañías, de quebrantar contratos con compañías nacionales e internacionales, que enarbolaba el entonces presidente Chávez y luego su sucesor Maduro? Pues ahí tienen su respuesta. La irresponsabilidad histórica, ahora combinada con una red abominable de corrupción que abarca una buena parte de las administraciones de PDVSA, luego de que Chávez despidiera al grueso  de su liderazgo corporativo,  durante más de dos décadas de control del Socialismo del Siglo XXI. No hay palabras adecuadas para describir esta aviesa y destructiva conducta de creerse invencibles por el control del petróleo, al tiempo que corromperse hasta los tuétanos en su uso. Desde la PDVSA de Rafael Ramírez hasta la de Tareck El Aissami. Un conglomerado de incompetencia y corrupción instrumento del régimen chavista-madurista enemigo de su propio pueblo.





A pesar de haber identificado el origen del mal, hay que seguir examinando el caso del alter ego, porque tiene otras aristas inusitadas. El dictamen de la corte esencialmente establece, cito textualmente de la introducción y en traducción libre, lo siguiente:

Habiendo considerado las pruebas y argumentos, y por las razones expuestas en este dictamen, la Corte ha decidido conceder las mociones. Las partes han probado, por preponderancia de la prueba, que PDVSA ha sido y es el alter ego de Venezuela, en todos los momentos pertinentes, incluso desde agosto de 2018 hasta por lo menos el 13 de octubre de 2022. El expediente ante la Corte establece que el Gobierno de Guaidó ejerce dirección y control sobre PDVSA en Estados Unidos mientras que el Régimen de Maduro ejerce dirección y control sobre PDVSA dentro de Venezuela. En consecuencia, el Tribunal concederá las mociones y consultará con las partes sobre los próximos pasos que debe tomar.

Es decir, que la corte equipara las acciones del régimen de Maduro con las del gobierno interino de Juan Guaidó, en cuanto a que no hay diferenciación entre la República y su alter ego PDVSA. Por supuesto que hay diferencias fundamentales entre las dos actuaciones, y de probarlo se encargará  la apelación al fallo de la corte que se articula desde la presidencia de PDVSA ad hoc,  a cargo de un venezolano excepcional y de honestidad a todas prueba, Horacio Medina, quien se ha empeñado en una batalla frontal por preservar los activos petroleros para Venezuela y los venezolanos,  junto con el procurador durante el interinato, Enrique Sánchez Falcón, y el presidente de CITGO, Carlos Jordá, por mencionar algunos de los nombres más destacados en este desigual combate

Pero el haber puesto a Venezuela en una condición de extrema debilidad frente a las demandas judiciales basadas en el argumento del alter ego, tiene también responsables en las filas opositoras. La descabellada y revanchista decisión de hacer desaparecer el interinato, cuando era perfectamente posible reemplazar a Juan Guaidó a su frente si eso era lo que opinaba la mayoría, está mostrando ahora sus debilidades intrínsecas. Tan grave es lo que está ocurriendo que no sería ninguna sorpresa que la presidenta de la AN-2015 se vea obligada a asumir enteramente, en buena medida por presión de los Estados Unidos, de cuyo gobierno depende la protección legal de los activos ante la decisión judicial del juez Stark,  un híbrido inconstitucional, un verdadero Frankenstein jurídico, que consistiría en ser encargada simultáneamente de las funciones legislativa y ejecutiva. Del Interinato al Frankenstanato. ¿Cuánta responsabilidad está dispuesta a admitir la mayoría del G3 en la AN-2015 en esta operación politiquera que pone en grave riesgo los activos de Venezuela, no para Maduro y su oligarquía corrupta, sino para la refundación y reconstrucción de Venezuela? Que no se diga que no fueron advertidos a tiempo por las mejores mentes constitucionales de la República.

Vladimiro Mujica